M. Muñoz/J.P. Fariña
Dieron el sí en plena pandemia. Pese a las complicaciones sanitarias que imperan en la región y el país producto del coronavirus, las ganas de unirse para toda la vida siguen firme entre los penquistas, pues en lo que va del año más de mil enamorados han contraído matrimonio.
Así lo demuestran las cifras que maneja el Registro Civil e Identificación en la Región del Biobío, que da cuenta de un total de 1.200 casorios en lo que va de 2021, los que se han realizado, a pesar de que gran parte del año las principales comunas del Gran Concepción han permanecido bajo la modalidad de cuarentena. El año pasado, en tanto, se registraron 3.839 eventos, cifra inferior a los 5.696 del 2019, según datos de la misma entidad.
La directora regional del Registro Civil, Leticia Herane Caro, explicó que las nupcias de han realizado bajo estrictos protocolos sanitarios, cumpliendo con las medidas dispuesta por la autoridad de Salud. "Las celebraciones de matrimonio han continuado desarrollándose, la diferencia es que desde que se inició la pandemia como medida preventiva estas se efectúan en nuestras oficinas en toda la Región del Biobío bajo las medidas adoptadas de contingencia sanitaria: uso obligatorio de mascarilla, respetar la distancia física entre los asistentes y la asistencia de un número acotado de personas. Ese número de persona se reduce cuando se está en cuarentena, ahí solo pueden asistir los novios y los dos testigos", explicó.
El sí en comuna ajena
Las medidas de cuarentena y la pandemia han provocado que las parejas se las deban ingeniar para poder llegar al altar, debiendo incluso hacerlo lejos de su lugar de residencia.
Le pasó, por ejemplo, a Carlos Rubilar y su esposa, Fernanda Palacios, quienes de Conce debieron irse a casar a la comuna de Ránquil, en la vecina Región de Ñuble. "Primero debimos cambiar la fecha, porque uno de esos fines de semana entraba a cuarentena Concepción, pero tuvimos que estar atentos a los cambios de fase. Era complejo porque no sabíamos si enviar las invitaciones, y no había certeza. Pero como tenemos casa en el campo, en Ranquil, vimos esa opción, había disponibilidad en el Registro Civil, así que nos casamos ahí, en el sector de Ñipas, el 26 de febrero. Y pudimos hacer luego la ceremonia al aire libre, con todas las medidas y la cantidad de gente permitida, para cumplir con todas las reglas", contó Carlos.
De hecho inicialmente en su lista figuraban más de 120 invitados, pero al final fue algo casi familiar.
Algo similar le ocurrió al matrimonio entre Miguel Rubilar y Carolina Jelvez, quienes de Ránquil debieron ir a casarse a Coelemu. "La oficial de Registro Civil que nos iba a casar se contagió de covid, por lo que debieron cambiarnos a la oficina a Coelemu. Lo hicimos igual porque no queríamos seguir suspendiendo, llevamos 15 años juntos con mi marido, así que la decisión ya estaba tomada. Lo que sí debimos hacer fue suspender la ceremonia religiosa, porque también había familiares en cuarentena", comentó Carolina, quien pese a la felicidad por concretar su anhelado matrimonio, lamentó que más personas, familiares y amigos, no pudieran estar por motivos de la pandemia.
"Esperamos que en septiembre, si están las condiciones, poder hacer la ceremonia religiosa y que la familia y amigos nos puedan acompañar", agregó.
1.200 matrimonios se han concretado en lo que va del año, según cifras del Registro Civil.