Jarry festejó en Salinas y volverá a meterse dentro del top 400 del ATP
Venció 7-6(7) y 6-1 a Nicolás Mejía y sumó 80 puntos que lo dejarán cerca del puesto 370°. Es su primer título desde 2019.
N.L.G.
Sin perder ningún set, Nicolás Jarry (507°) volvió a alzar los brazos para celebrar un título tras coronarse ayer en el Challenger de Salinas, en Guayaquil (Ecuador), con un sólido triunfo 7-6(7) y 6-1 sobre el colombiano Nicolás Mejía (382°), 80 puntos que le permitirán ascender aproximadamente al 367°, ranking que le abrirá las puertas para jugar varios Challengers en Europa entrando directo al cuadro principal, sin necesidad de las clasificatorias.
Es, además, el cuarto título que obtiene en esa categoría y el 11° de su carrera. El primero tras su vuelta de la sanción por doping, a casi dos años de su coronación en Bastad en julio de 2019, su único trofeo ATP 250.
Doble mérito porque para llegar a la final primero tuvo que esperar que parara la lluvia en la mañana, jugar la semifinal con el argentino Camilo Ugo Carabelli (311°), a quien venció 7-5 y 6-3, e incluso superar unas molestias estomacales con vómito incluido para ponerse en la final.
La final ante Mejía se desarrolló con una curiosa igualdad, ya que en la primera manga cada tenista ganaba con mucha facilidad su saque, dejando muchas veces sin ningún punto a su rival.
Así se mantuvo todo hasta el tie break, donde el 'Príncipe' aplicó sangre fría y salió a atacar el saque de su rival, lo que le valió los dos rompimientos necesarios para ponerse 6-1 arriba. Parecía que lo cerraba fácil, pero su único momento de duda fue cuando el cafetero retomó y se llegó a poner con punto de set. Jarry remontó, con otros dos buenos ataques, y tras un puntazo donde supo defenderse cerró con un revés cruzado a dos manos.
El set confirmó la confianza de Jarry y ofuscó a su adversario, que se fue del partido hasta quedar 5-1 abajo tras dos quiebres. Con su saque, el nacional estuvo implacable como toda la jornada, donde acumuló 16 aces y el 80 por ciento de los puntos ganados con su primer servicio.
Tras el partido, Jarry, que entró al cuadro principal gracias a una invitación, comentó que "son muchas emociones lindas. He atravesado adversidades muy grandes y eso me pone más contento que ser campeón. Después de tanto tiempo he podido jugar a un buen nivel por muchos partidos seguidos. Significa que el trabajo que he hecho es el correcto", dijo, a la espera de seguir esta semana con el Challenger de Salinas II.