Estas actividades ayudan a que los niños no pierdan sus habilidades blandas
Las clases online y la baja interacción con otros puede afectarlos. Invitarlos a conversar y contar historias son de ayuda.
Natividad Espinoza R.
Los resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA) revelaron la semana pasada cómo la pandemia ha afectado la educación escolar en el país, con cifras tan preocupantes como que entre sexto básico y cuarto medio los estudiantes no aprendieron en 2020 el 60% de los contenidos necesarios para pasar de curso en la asignatura de Lenguaje. Y el panorama empeora si se agrega lo visto en Matemáticas, donde no se llegó ni a la mitad.
Esta realidad se explica principalmente por la pérdida de clases y el rápido traslado a la modalidad online, que obligó tanto a profesores como a alumnos a nadar en aguas desconocidas, a ir avanzando entre ensayo y error. Esto, sin contar a los escolares que por no tener internet simplemente se quedaron sin clases.
Pero las clases online -o en modalidad híbrida- no sólo han afectado a los escolares chilenos en lo académico, sino también en el desarrollo de habilidades blandas.
Así lo confirmó la profesora y directora de la Fundación para la Convivencia Digital, Soledad Garcés, quien sostuvo que actualmente sus colegas "ven la drástica pérdida de habilidades emocionales de sus estudiantes a consecuencia de la pandemia, del exceso de pantallas y juegos en línea que tienen en las horas fuera de sus clases online".
¿qué hacer?
Para evitar que los niños pierdan o dejen de desarrollar sus habilidades blandas se puede hacer un trabajo conjunto que los incluye tanto a ellos como a sus padres y también a sus profesores.
En el caso de los padres, Garcés sugirió "permitirles a los niños espacios para conversar lo que les pasa, ayudarles a entender sus emociones. Ir más allá de la pura pregunta '¿Cómo te fue en el colegio?', preguntando mejor si disfrutaron sus clases, qué aprendieron y si les gusta aprender sobre lo recién visto en clases, por ejemplo".
"La idea es hacerlos conversar, hacerles preguntas y escucharlos sin sesgos ni prejuicios", añadió la docente.
En cuanto al rol de los profesores, el consejo fue "hacer clases más interactivas, con conversaciones, contar historias, promover actividades grupales colaborativas y tratar de promover un ambiente de confianza en la clase, para animar a los niños a prender las cámaras y a participar".
También, dijo la profesora, se puede animar a los niños a compartir entre ellos, "contándose historias que presenten situaciones que los hagan verse a sí mismos y luego conversar sobre lo que les pasa, para desarrollar la empatía". O bien, "contar historias creativas, fantásticas y hacerlos soñar, para que luego inventen un final diferente o incluyan nuevos personajes".
Pantalla como aliada
"La pantalla no necesariamente va a ser un impedimento para relacionarse. Es una alternativa más que puede potenciarse con este tipo de actividades. También pueden hacerse concursos o trivias tipo '¿Quién quiere ser millonario?' con aplicaciones como Kahoot o formularios de Google", agregó.
"La idea es hacerlos conversar, hacerles preguntas y escucharlos sin sesgos ni prejuicios.
Soledad Garcés, Fund. Convivencia Digital