Puchacay: vía de acceso del abastecimiento penquista
Sede de los grandes centros graneleros durante el siglo XIX, el antiguo camino de ingreso a la ciudad se ha ido transformando en un barrio en que hoy existen hospitales, regimientos, colergios, universidad y estadio.
Entre los sectores penquistas más antiguos, con historia y tradición se encuentra el actual barrio de Puchacay. Luego de la independencia y con el surgimiento de la república, Puchacay pasó a ser un departamento de la intendencia de Concepción, desde el cual dependían las comunas de Florida, Quillón, Hualqui y los sectores de Chaimavida, río Andalien y Palomares.
Luego del traslado de Concepción al Valle de la Mocha, el camino de Puchacay representa la ruta de salida y llegada a la ciudad, por esta vía entraba todo el abastecimiento agrícola y además drenaba el trigo, vino, cuero y otros productos que se embarcaban por el puerto de Talcahuano al extranjero.
El partido de Puchacay fue la zona más cercana a Concepción, donde se establecieron los grandes centros graneleros durante el siglo XIX, prueba de ello es la instalación de un molino sobre el estero de Nonguén, levantado en 1848, por la Sociedad de Antonio Palma y José Woodhom.
La fiebre del oro de California, la colonización de Australia y los bajos rendimientos trigueros del Perú, desarrollaron la agricultura chilena, principalmente la penquista, con instalación de molinos, en nuestros puertos de Talcahuano, Tomé, Coronel y Lota, trayendo además, a la zona, capitales que impulsaron otras empresas, como el carbón, la loza, los telares, y la banca.
El camino de Puchacay partía en la actual plaza Don Bosco y continuaba por la avenida Collao hacia Palomares, el camino conducía a Florida (fundo el Talermo) y Larqui, actual Bulnes, empalmaba con la ruta central que conducía a Cabrero y Los Ángeles y también a Chillán y la capital. Por este camino, circulaba un sinnúmero de carretas, con mercadería que drenaron la rica zona triguera, maderera y de exquisitos mostos de nuestra región, durante la segunda mitad del siglo XIX.
Lugar en expansión
Puchacay se transforma a partir de 1850, en el único lugar de expansión cercano a la cuidad, en el sector se van a desarrollar interesantes instituciones, como lo fue la Escuela Agrícola de Concepción, dedicada a la enseñanza de la agricultura, la ganadería, cestería, carpintería, elaboración de quesos y otros, además como cosa curiosa una represa sobre el estero Nonguen, permitió practicar piscicultura en el lugar. A la escuela Agrícola la reemplazó una escuela Industrial, en parte de cuyos terrenos se instaló con posterioridad una sede de la Universidad Técnica del Estado, de la cual surge la actual Universidad del Bio Bio.
En la diagonal que deja la intersección de la Avenida Collao con Los Carrera, hoy Hospital Clínica del Sur, estuvo el matadero municipal. Dadas las continuas instalaciones, la señora Leonor Mascayano, solicitó y obtuvo un solar en la parte alta de un pequeño cerro que se encuentra a la entrada del valle de Puchacay, para instalar un hospital de niños.
Uno de los vecinos importantes del sector, fue el abogado y político Ignacio Miguel Collao, casado con Delfina Palma Izcúe, familia de los propietarios del molino de Puchacay. Don Ignacio Collao donó gran parte de la propiedad para la creación de nosocomios (hospitales), y a su muerte en 1901, la municipalidad de Concepción, en su honor, colocó su nombre a la principal vía del sector. Ignacio Collao fue intendente de Concepción en 1894 y además diputado por Coelemu y Concepción. En la década de 1920, el presidente Carlos Ibañez del Campo cambió el legado de Collao, ubicando en el lugar los regimientos que aún se encuentran ahí. Frente a los regimientos surge una población militar y otras instalaciones que subsisten hasta hoy.
Por la calidad de la greda del lugar se instalan también, fábricas de ladrillos, además de hornos carboneros para el abastecimiento de la construcción local. Por iniciativa del obispo Hipólito Salas, quien concurriera a Roma con motivo del Concilio Vaticano I, pasa a conversar con Don Bosco y le solicita para los niños de Concepción, la llegada del Colegio Salesiano, dedicado a las manualidades, el cual se inaugura, con la llegada de la congregación Salesiana y las monjas de María Auxiliadora en 1887.
Otro hecho de importancia fue la creación de un hospital psiquiátrico que reemplazó al Manicomio Abello, destruido por el terremoto, edificio que posteriormente ocupó el Regimiento Guías.
Poblamiento
Con el tiempo y debido a la escasez de terrenos en el plano penquista, el sector pese a las grandes inundaciones, debido al desborde del estero Nonguén, en años de intensa lluvia, se convierte en un lugar habitacional. El estero nunca tuvo una canalización adecuada y antaño se pasaba por un puente construido por dos tablones, que en las noches de invierno los parroquianos, con algunas copas de más, lo hacían gateando sobre los tablones para no caer al estero.
El lugar se ha ido poblando hasta constituirse en un centro urbano, con una gran masa poblacional, cuenta hoy con zoológico, hospitales, regimientos, supermercados, compañías de bomberos, universidad, estadios, canchas atléticas, y otras instalaciones que hacen del barrio casi una ciudad autónoma del Gran Concepción.
"Con el tiempo y debido a la escasez de terrenos en el plano, se convierte en lugar habitacional.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción
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