Juan Pablo Ríos Rosales

Tras verse golpeada por los efectos de la pandemia, tal como muchos otros compatriotas, la santajuanina Sarita Muñoz (43), a punta de sacrificio, hoy puede decir que vive tranquila en su hogar, luego de reinventarse con algo que la apasiona más que cualquier otra cosa: el cultivo de plantas y flores.

Habiéndose criado en una numerosa familia de 21 hermanos en Santa Juana, Sarita aprendió gran parte de los conocimientos de la agricultura de manera autodidacta. "Soy hija de una productora que fundó, junto a otras abuelitas más, la feria El Despertar en Concepción. Por eso es que desde que tengo razón he estado involucrada con las huertas y plantas", manifiesta.

Con el paso del tiempo, Sarita logró hacerse un hueco en el rubro, hasta que pasó lo que tenía que pasar. "Me independicé y logré mi propio local en la feria campesina que se hace en Collao y en la Agroturística de Santa Juana, con productos del campo y plantitas, hasta que llegó el estallido social y posteriormente la pandemia", lamenta.

"Las ventas bajaron considerablemente y las ferias las comenzaron a cerrar. Además, en Collao se puso mala la cosa. Fue un momento difícil, de angustia e incertidumbre, como iniciar desde cero. Asimismo, la producción decreció pues no había a quién venderle", expresa la sanjuanina.

Emprendimiento

Hasta aquí, el relato de Sarita toma un vuelco casi inesperado. A pesar de toda la dificultad a consecuencia de la crisis sanitaria, ella nunca desistió a su propósito y de inmediato pensó en grande por más difícil que fuese el camino a recorrer.

"Mi madre, fallecida hace unos años, siempre me enseñó que independiente que uno sea mujer, hay que buscar qué hacer, nunca falta. Resulta que mucha gente pasaba a mi casa a preguntar por plantas y flores, entonces entendí que sí podía seguir en eso. Además, la cuarentena ayudó a que las personas busquen cómo desestresarse en el encierro con los autocultivos", cuenta.

Bajo esa lógica, la vecina detalla que "con el primer 10%, hice varios arreglos en la casa y lo invertí porque me vi en la necesidad de generar dinero, pues tengo tres hijas y los gastos no paran (...) Tengo muchos clientes adultos mayores y niños pequeños, quienes necesitan hacer sus jardines".

De manera visionaria, Sarita mejoró la entrada de su casa con cemento y un techo en la parte de adelante del jardín, que según cuenta ella, era "pura tierra". A eso, agrega que "el resto lo invertí en plantas, busqué un proveedor y comenzó todo. Me ha ido súper bien, tengo muchísima clientela. Por otro lado, el segundo 10% también tuve que ir trabajándolo, como así también el proyecto Fosis que me adjudiqué".

Para ella, este último punto es súper importante. "A veces, sola igual cuesta un poco. Pero cuando una tiene un respaldo del municipio o de donde sea, ayuda caleta. Pretendo seguir creciendo como lo he venido haciendo. Yo soy de esas mujeres que me gusta pensar y decir lo haré. Incluso, he hecho algunos cursos de administración contable", sostiene de manera orgullosa.

Por último, ella apunta todavía más en grande. "Yo empecé como con cuatro plantas; una ruda, unas mentas y poleos que tenía en la casa. Y hoy en día poseo palmeras, limoneros, etcétera. En este caso, podría despejar la parte de atrás de la casa y agregar más productos, fertilizantes y maceteros. Todo esto se logra con mucho esfuerzo. Si hay que levantarse a las 4 de la mañana a buscar una planta, voy feliz y sin despertador. No hay nada imposible, menos la muerte", concluye.

Municipio

La municipalidad de Santa Juana también reconoce este trabajo "En pandemia hemos estado apoyando, sobre todo a los que iban a otras comunas a vender sus productos (...) Hemos prestado ayuda a quienes se están reinventando en sus propias casas, como, por ejemplo, la señora Sarita Muñoz. Ella es un claro esfuerzo de superación", cierra el alcalde Ángel Castro.

"Si hay que levantarse a las 4 de la mañana a buscar una planta, voy feliz".

Sarita Muñoz,, emprendedora santajuanina