Ignacio Silva

Durante casi tres años, Luis Valezuela arrendó junto a su pareja un departamento ubicado en una transitada avenida del sector oriente de Santiago."El barrio nos gustaba, pero no era tan cómodo por algunos factores como el ruido. Por eso siempre lo pensamos como algo temporal", recuerda ahora el periodista de 32 años.

En parte por eso y en parte por una mejora en los ingresos suyos y de su pareja, en 2019 decidieron comprar una propiedad a la que luego se fueron a vivir. "No teníamos tanta fe, pero consultamos al banco y nos aprobaron el crédito. Así que en definitiva era un objetivo que estaba contemplado para el futuro, pero se dio antes porque la situación fue bien circunstancial", resume, para luego contar que ahora piensa en la posibilidad de adquirir otra propiedad como inversión.

Es justamente su perfil el que en el último tiempo ha adquirido mayor relevancia en el mercado inmobiliario: según la plataforma norteamericana E-Trade, durante la pandemia el 51% de los inversionistas han sido personas menores de 34 años, cifra que en Chile, de acuerdo a datos de Transsa Consultores, se reflejan en el incremento que ha llevado a jóvenes de las generaciones Z y millennial a representar el 36,9% en la compra de propiedades.

"El factor que explica esta situación es que la gente más joven, hoy en día, tiene una capacidad de ahorro más grande por el cambio de prioridades que ha traído el contexto y que se refleja en excedentes de sus sueldos", explica Ana María del Río, gerente Comercial de Siena Inmobiliaria Por su parte Isabel Letelier, subgerente de Operaciones de Inmobiliaria Insta, analiza que el fenómeno obedece a que los segmentos más jóvenes tienen una carga financiera más baja porque muchos de ellos aún viven con los padres y por ello poseen una alta tolerancia al riesgo. "Se trata de profesionales o técnicos jóvenes, con ingresos superiores a los $800.000, pero como tienen gastos bajos o han accedido a parte de los retiros de sus fondos de pensiones, perfectamente pueden pagar una cuota mensual de $250.000 y cancelar el pie en 48 meses", detalla.

Según las especialistas, el nuevo segmento de inversionistas busca un determinado tipo de propiedades pensando en destinarlo a arriendo en lo inmediato, pero también a vivienda en el futuro.

"Eligen departamentos más pequeños, de uno o dos dormitorios, porque son más baratos en el valor final. Estas propiedades son más fáciles de arrendar y hoy en día están más al alcance de la gente para vivir", comenta Del Río. "Privilegian sectores y comunas que están ligadas a las líneas del metro, ciclovías y con muy buena conectividad y generalmente compran sin estacionamiento, lo que hace que su valor sea menor".

"En general prefieren o departamentos studio, o de uno o dos dormitorios. En regiones, este mercado se concentra principalmente en ciudades con una actividad económica importante, bien equipadas, donde destaca la oferta de universidades o en sectores turísticos", agrega Enrique Loeser, gerente comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres. "En el norte, destacan Iquique, Antofagasta, La Serena-Coquimbo y Valparaíso. En el sur, la mayor venta de departamentos para inversión se ubica en ciudades como Concepción, Temuco, la zona Lacustre, Valdivia, Puerto Varas y Puerto Montt".

Atractivos

Según explica Ana María del Río, si bien el segmento de jóvenes que rondan los 30 años siempre fue de interés para la industria inmobiliaria, fue la pandemia la que lo hizo todavía más atractivo.

"Siempre fue un segmento atractivo porque es un mercado que posee un alto poder adquisitivo y gran capacidad de toma de decisiones. Pero la modalidad de teletrabajo ha generado que los gastos sean menores y esto les ocasiona mayor liquidez para lograr pagar un pie y comprar un departamento", explica la especialista. "La ventaja es que, al ser más jóvenes, tienen más facilidad para obtener créditos a más años".

Por ese contexto, dice, este es un momento ideal para considerar una inversión de esas características, aunque también es bueno tener consideraciones. "Los factores que hay que considerar al invertir son las cuotas para el pie, dado que mientras más sean, menor será el dividendo que se cancelará más adelante. También hay que ver que la propiedad se ubique en sectores donde la plusvalía haya crecido, con conexión al metro y locomoción colectiva para mejor movilidad y finalmente, que se informen debidamente con la inmobiliaria sobre las diversas opciones de inversión para poder tomar una óptima decisión", recomienda.

En ese sentido, Enrique Loeser agrega que un buen consejo es invertir en un departamento en blanco que "permite pagar en muchas cuotas el pie durante la construcción del edificio".

"La ventaja es que, a la fecha de entrega de su propiedad, tendrán una mejor rentabilidad y habrán ganado la plusvalía", dice. Y agrega: "En cuanto al producto, recomendamos escoger ubicaciones que tengan buena conexión y equipamiento, que la construcción y terminaciones sean de buena calidad para disminuir los gastos en mantenciones. Por último, verificar que la inmobiliaria a cargo del proyecto tenga experiencia y respaldo".