Carlos Pinto y su libro: "Seguiré escribiendo el resto de mi vida"
El periodista y figura de la televisión volvió al ruedo literario con "El jardín de los inocentes", una novela inspirada en la crónica roja chilena. Su anterior obra vendió 20 mil copias.
Amelia Carvallo
Antes de "El jardín de los inocentes", Carlos Pinto escribió "El silencio de los malditos", novela que será publicada a fines de este año en México, España y Argentina, tras seis ediciones y casi 20 mil ejemplares vendidos en Chile.
El éxito en el mundo de la literatura llegó para Pinto casi en la madurez de su trayectoria. Debutó como reportero en programas de noticias, fue parte de "Informe Especial" y en 1993 comenzó "Mea culpa", uno de los programas más vistos en la historia de la televisión chilena, con 14 temporadas al aire. En 1999 creó "El día menos pensado", basado en relatos a partir de historias paranormales que completó nueve temporadas. En 2006 estrenó la serie "El aval" y en 2017 la serie de telefilmes policiales "Irreversible".
El autor cuenta que hoy siente placer al escribir: "No solo novela negra". Aparte del placer, dice que escribir le parece un arte y una disciplina. Para Carlos Pinto, el género policial le exige aplicar un 99% de transpiración y un 1% de inspiración.
Recuerda que luego de despachar la primera novela su entorno pensó que no habría un segundo libro. "Me repetían: '¡Ya tuviste un hijo, plantaste un árbol y escribiste un libro!, ¿qué más quieres?'. Sin embargo, cuando le puse punto final a esa novela -que fue súper ventas y me sigue dando muchos momentos agradables- me dije que seguiré escribiendo el resto de mi vida", reflexiona.
-¿Cuáles son tus referentes literarios?
-No quiero pecar de vanidoso, pero si bien acostumbro a leer, y no como quisiera por mis actividades, nunca he tenido referentes que me hayan inspirado a seguir su estilo o emular su visión de la vida. No poseo alter ego. Más bien mi lucha personal es descubrir mi propio camino. Ciertamente el hecho de tener un pasado y presente televisivo me ha ayudado a definir mi propio estilo. Me he dado cuenta que he ido soltando la pluma, tengo un sello que me identifica y me distancia de mis pares, lo suficiente para evitar confusiones a la hora de elegir o rechazar mi trabajo.
Sobre sus lectores, confiesa que le va bien: "Existen mujeres y hombres que me han dicho, cuando se acercan para que les firme mis novelas, que cuando me leen parece que escuchan mi voz. Eso me causa mucha risa, pero analizándolo, no deja de ser un piropo, ya que eso puede ser parte de mi impronta".
Lector precoz, añade que "de niño me emocionaba con Baldomero Lillo. Ya siendo estudiante, me cautivaba Cortázar. Más tarde me sedujo mucho el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Hoy leo a Bolaño y cuentos de Antón Chejov, pasando por Stephen King, Isabel Allende y hasta Irvin D. Yalom. Reconozco que me focalizo más en determinados relatos que en la lealtad hacia ciertos autores".
En cuanto a su proceso de escritura recalca la inseguridad que nace al momento de cerrar un relato. "Existen días en que uno se levanta satisfecho del computador con lo logrado en la jornada y otros en que la desazón hace presa de uno. Eso le ocurre a los experimentados y con mayor razón a los incipientes, entre los que me encuentro".
"El hecho de tener un pasado y un presente televisivo me ha ayudado a definir mi propio estilo".
Carlos Pinto