Escritor revive leyendas de Lota con un libro de terror
"Lota 1939" es la novela de Michael Rivera, autor que se enamoró de la comuna y sus leyendas. Hoy presenta en la Biblioteca Municipal.
Karen Loreto Retamal
Tras un viaje a Lota, Michael Rivera quedó enamorado de la comuna. No solo de sus parajes, sino que de todas las historias y leyendas que en ella se han tejido. Recuerdos que no solo quedaron plasmados en su memoria, sino que también en un libro titulado "Lota 1939", donde creó una historia inspirada en la zona, con tintes de terror y thriller.
"Encontré que la ciudad era demasiada linda y como yo soy escritor y ya tengo unas novelas antes, dije que tenía que escribir una historia de allá. Me di cuenta, revisando la bibliografía de la zona, conversando con un grupo de escritores, de gente del lugar, no había libros sobre el diablo, cuando todos contaban historias sobre él. Había leyendas sobre brujos. Preguntaba dónde estaban escritas y no las encontré", relata el escritor y profesor de Lenguaje.
Fue así como aprovechó de tomar los circuitos más tradicionales y empaparse de cada relato. "Era más entretenido, eso sí, escuchar las historias de la gente. Me puse a conversar con una señora que había sido chinchorrera antes de que se llamaran así, sino que canasteros. Fui tomando las historias de las personas, conociendo gente, y de ahí busqué un elemento que conectara la historia, porque yo quería hablar del diablo", dice.
Añade que ese gancho fue el terremoto de 1939 (que da el nombre). "Justo, justo, ocurrió a las 23.35 en Concepción. Me puse a sumar el 2, 3, 3 y 5 y me dio el 13. Así dijo: 'Acá está perfecto el símbolo, que es de la mala suerte, de la muerte. A esto se suma que, como soy de Santiago, mis alumnos no saben qué hay en Lota, ellos se quedan con Subterra y no había una lectura actual para los jóvenes sobre Lota. La novela está pensada en adolescentes para arriba. Quería que fuera algo fresco. Así que dije que haría una historia de terror, porque la novela es como de suspenso, con esta cosa de los brujos, como el Chon-Chon o e l Tue Tue y se conecta con la vida de las mujeres y los mineros y está contada desde un niño".
Historia
"Lota 1939" está relatada por un niño, quien debe venir a vivir a la ciudad tras el terremoto de 1939. "Como no soy de acá, me permitía que el niño fuera igual que Harry Potter, que no conoce el mundo y que los amigos se lo van presentando. Entre sus amigos, tiene a una niña inglesa, a un chico que trabaja en las minas. Él va conociendo la realidad desde distintos puntos de vista… va a los lavaderos comunitarios, va a darse una vuelta por el Parque, va a la feria. Tiene que ver con un tema de crecimiento y cómo las leyendas populares se vuelven realidad al final", describe.
En abril, Rivera sacó una preventa con 200 ejemplares y se vendieron todos. O casi, pues ayer y hoy el autor ha estado en la zona con ocho textos bajo el brazo primero los mostró en la librería Pez Volador de Coronel y hoy será el turno de la Biblioteca Municipal de Concepción. "Ha habido mucha gente que ha apoyado", dice el escritor.
Más en detalle, la novela tiene más de 300 páginas, que incluyen ilustraciones. "Trata de rescatar esa historia familiar, que es la idea del libro", agrega sobre el texto, que está patrocinado por Pabellón 83. Sobre ellos, Michael Rivera cuenta que, como se demoró cuatro años en escribirla, apenas la tuvo se las envió para que validaran la información. "El prólogo lo hace Alejandro Concha, que es poeta de la zona y él también estuvo como corrector de datos históricos, así como el Pabellón. Me apoyé harto con ellos", revela.
Lectura
Como buen profesor de Lenguaje, Michael Rivera añora que su libro esté dentro de los planes académicos. "Es mi sueño", confiesa. "Pruebo mis libros con los niños. Les hice analizar la portada, donde me decían que veían una mina, el diablo... para mí la idea es que conozcan lo que es una cabria, más allá de solo el Parque o Chiflón. Igual hago una crítica a Baldomero Lillo, que es súper triste su libro....y ¿Dónde quedó la esperanza? En el norte, las salitreras desaparecieron, no tienen vida. Lota sigue con vida, a pesar de que las minas de carbón cerraron. Para mí era importante destacar eso y Lillo no lo muestra en ese sentido. Quería mostrar esa parte de esperanza, de la gente yendo a las bodegas, pasándola bien, con una historia de terror de por medio".
Es por ello, dice, "apunto a los colegios. Como profe, investigué con los colegas de Historia si funciona o no funciona. Entonces, yo lo hago".
"Como no soy de acá, me permitía que el niño fuera igual que Harry Potter".
Michael Rivera, escritor