Explican cómo se trabaja en cuidados paliativos
Arzobispo Fernando Chomalí, en tanto, aprueba que se instale el debate sobre muerte digna.
El testimonio dejado en un video por la doctora Liliana Ortiz, luego de someterse a sedación paliativa antes de su deceso, instaló el debate sobre la llamada muerte digna. A propósito de este tema, el médico de la Unidad de Cuidados Paliativos-Alivio del Dolor del Hospital Regional de Concepción, Javier Gamboa, cuenta en qué consiste el trabajo realizado allí.
"Es un área del CR Oncología que se hace cargo de algunos síntomas anexos al cáncer o a las terapias por éste, que generan una mala calidad de vida en las personas. Tenemos un equipo que está encargado de recibir a los pacientes derivados desde la misma unidad de oncología, pero de otras áreas, como quimioterapia, radioterapia, etcétera y de otras especialidades también", comenta.
"En Concepción tenemos uno de los equipos más potentes a nivel nacional en materia de cuidados paliativos, con sobre 1.800 pacientes de control anual. Damos atención a nuestra circunscripción del Servicio Salud (Concepción) con una gran cobertura. El objetivo fundamental es esperar que nuestros pacientes que van a fallecer, fallezcan sin dolor y de manera digna", adiciona.
A ello, el profesional precisa que "habitualmente, esto se refiere a la etapa de la enfermedad donde los manejos terapéuticos ya no son tan curativos. Independiente que pueden serlo, en general se concentra en aquellos que padecen de alguna afección terminal".
Por otra parte, Gamboa detalla sobre el equipo de trabajo. "Este se conforma por médicos, enfermeras, nutricionistas, asistentes sociales, psicólogos, paramédicos y químicos farmacéuticos, que vendría siendo el equipo motor de los cuidados paliativos", afirma.
En esa línea, el médico se refiere a la aplicación de la sedación paliativa. "Es una indicación médica que se usa como una decisión de equipo finalmente, de un paciente que tiene un síntoma refractario al tratamiento convencional y que no responde", explica.
Los principales malestares que dan paso a este procedimiento son las siguientes. "Tenemos la capacidad de hacer sedación paliativa a pacientes que tienen dolor no controlado, disnea, cuadros de hemorragias y agitación, entre otras. Esas son las principales razones. Aunque se debe dejar claro que no todos la requieren", apunta.
Consultado por cómo se maneja la comunicación con aquellos que están aptos para recibir la sedación paliativa, el profesional asegura que se saca el sombrero por el trabajo que se realiza a través de la atención primaria.
"Los pacientes que están en esta condición reciben la información, pues hay un equipo tratante que -asesorado con nosotros- va tomando decisiones en ese sentido. Hoy podríamos pensar que, cualquier paciente que necesite sedación paliativa en nuestra área, tiene chance de recibirla cuando se dan las condiciones para eso", manifiesta.
Bioética
En tanto, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, sostuvo que para él es un buen indicio que se debata este tema, siempre con altura de miras. Al religioso, cabe señalar, le fue otorgado el grado de máster en Bioética por el Instituto Juan Pablo II, de la Pontificia Universidad Lateranense (Ciudad del Vaticano).
"El tema del dolor, el sufrimiento y la muerte es el gran enigma de la condición humana (...) Todo lo que ayude a que la persona gravemente enferma conserve su dignidad es siempre muy bienvenido. Por lo tanto es un tema siempre actual que implica mucha reflexión, estudio y discernimiento", indica la autoridad eclesiástica.
Respecto a sus motivaciones que lo llevaron a profundizar en este tema, Chomalí señala que "he dedicado muchos años de mi vida a estudiar los nuevos desafíos que presentan las nuevas posibilidades que la tecnología nos presentan en relación con la vida humana. La Bioética se preocupa de analizar estas posibilidades a la luz de lo que es bueno, justo y verdadero".
Finalmente, aclara su posición sobre la aplicación de la sedación paliativa. "Es una respuesta humana que reconoce la dignidad de una persona al final de la vida sin atentar en contra de la vida (la eutanasia) y sin alargar necesariamente la vida con tratamientos desproporcionados y extraordinarios (ensañamiento terapéutico). El aplicar o no sedación debe ser evaluado por médicos competentes pensando siempre en el bien del paciente. Si ayuda a éste al final de su vida, bienvenida sea la sedación".
"En Concepción tenemos uno de los equipos más potentes a nivel nacional en materia de cuidados paliativos, con sobre 1.800 pacientes de control anual".
Javier Gamboa
1.800 pacientes, en promedio, son controlados por los cuidados intensivos en Concepción.