La Pólvora: con Valdivia comienza su historia
El terreno que hoy ocupa el tradicional barrio penquista había sido utilizado como espacio para almacenar la pólvora que los ejércitos utilizaban para realizar sus campañas militares y también para las actividades mineras.
Uno de los barrios tradicionales de Concepción, es el cerro la Pólvora y su natural entorno, cuya historia sobre su nombre, se remonta hasta Don Pedro de Valdivia, quien llegó por segunda vez al valle en que hoy se ubica la ciudad de Concepción con intención de conquistar estas tierras, siendo el 22 de febrero del año 1550 fecha en la que instala su campamento a los pies del actual Cerro La Pólvora, cercano a lo que hoy conocemos como Laguna de las Tres Pascualas y a corta distancia del río Andalién.
Acompaña a Valdivia el cronista español don Gerónimo de Vivar quien en su libro Crónica y Relación Copiosa y Verdadera de los Reinos de Chile relata magistralmente el ataque sufrido por los nativos, llamado Batalla de Andalién, dónde las huestes de Valdivia se enfrentan con el cacique mapuche Ainavillo, obteniendo los españoles un relativo triunfo, tras el cual atravesaron el río Andalién y fundaron a orillas de la bahía la ciudad de La Concepción, un 5 de octubre de 1550.
Luego del traslado de Concepción en 1751, se fijó la necesidad de ubicar a las afueras de la ciudad un espacio dedicado al almacenamiento de materiales explosivos, como la pólvora para los cañones y el armamento. Se optó primero por instalarlo sobre el Cerro Caracol, donde permaneció por algunos años, para luego, en la primera mitad del Siglo XIX ocupar el cerro que hoy lleva el nombre de La Pólvora, para colocar allí los polvorines de la ciudad, administrados por la autoridad competente, quien registraba el ingreso y salida de estos elementos peligrosos, con el fin de controlar su uso tanto en la minería como en las actividades militares. De allí el nombre al cerro.
Primer uso civil
Con el tiempo y la llegada de los regimientos a Concepción dichos polvorines fueron trasladados hasta estos recintos, lo que permitió incorporar el cerro a la actividad recreacional. Para ello hacia 1915 se implementó una forestación para el solaz de las familias.
En la esquina del cerro que se interna en la Laguna Las Tres Pascualas, donde hoy destaca una edificación de la Universidad San Sebastián, estuvo por años el Palacio Harán que con su iluminación animaba las actividades de la laguna, cuando en ella se realizaban regatas y noches venecianas organizadas por el Club Arturo Prat, institución instalada en la ribera de la laguna.
Luego del terremoto de 1939 la ciudad expandió su plano urbano y como fuente de recreación se instaló a los pies del cerro, por calle Camilo Henríquez, el zoológico de la ciudad, que funcionó allí por varios años.
En la década del '30, existía sobre el cerro, un estanque de agua del cual se abastecía la gente, acarreándola en baldes hasta sus vivienda, y se alumbraban con chonchones.
En el año 1948 comenzó a llegar el agua potable y la luz eléctrica a las casas grandes del sector, y en el año 1969, aproximadamente, se comenzaron a hacer las primeras calles con la urbanización del barrio, el cual fue constituyéndose a base de tomas municipales y compras de terrenos por particulares.
Modificaciones
Con el terremoto del año 1960 surge el sector de Barrio Norte y aparece la necesidad de hacerle cortes al cerro con el fin de comunicar a ambas laderas, a esto obedece el llamado "Corte Lientur" y posteriormente el corte que prolonga la actual Avenida General Bonilla con la carretera de salida de Concepción y la calle Camilo Henríquez.
Con la llegada de la radio y la televisión, el cerro ocupó un lugar de privilegio para la instalación de las antenas de transmisión.
Hoy el cerro La Pólvora se encuentra bastante poblado, con buena parte de sus calles pavimentadas y urbanizadas, consolidándose entre sus vecinos los derechos de título y propiedad de sus edificaciones, lo que ha dado espacio a una bullente actividad. Desde su cima se puede observar la ciudad de Concepción, con sus edificios, cerros y ríos, lo que trae como consideración el mejorar los miradores existentes, tanto los que dan al Barrio Norte como los que dan a la ciudad de Concepción.
Cuenta con zona de juegos infantiles, canchas deportivas para los vecinos, colegio y una universidad la cual apoya el proceso cultural del sector penquista.
"Con la llegada de la radio y la televisión, el cerro ocupó un lugar de privilegio para la instalación de las antenas de transmisión"
"(El cerro) lleva el nombre de La Pólvora, para colocar allí los polvorines
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción
1969 fue el año en que empezaron a realizarse los primeros trabajos de urbanización.
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