Acusan arriendo de niños para pedir plata
Sename inició investigación de oficio por esta práctica, que fue denunciada por comerciantes.
Una investigación de oficio inició el Sename del Biobío por una denuncia contra algunos extranjeros que piden dinero habitualmente en el centro de la ciudad y estarían arrendando niños de otros inmigrantes para realizar esta acción y obtener así más réditos económicos.
Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio penquista, gremio que dio a conocer esta situación en una reunión con diversas autoridad, expuso que "es una forma para recaudar más dinero. En la mañana los niños son entregados tras una transacción de dinero y luego son devueltos a sus padres en la tarde. Esto no solo ocurre en Concepción, porque estas personas se van moviendo a otras comunas".
Añadió que "se habla que el valor es cercano a 20 a 25 mil pesos y mientras menor sea el niño el costo de este arriendo por así decirlo es más caro. Es algo fuerte, pero se hagan algo para proteger a estos pequeños".
Cabe señalar que dicha práctica es común verla en el centro de Concepción, principalmente en el paseo peatonal Barros Arana, pero hasta ahora se desconocía el antecedente aportado por los comerciantes a las autoridades pertinentes.
Robert Contreras, director del Sename, sostuvo que "recibimos esos antecedentes de esta situación, que por su puesto rechazamos. Solicitamos a la Oficina de Protección de Derechos de la Municipal de Concepción que recabe la información necesaria, para poder presentar una acción pertinente ante la Justicia y los tribunales de familia. Es importante aclarar la naturaleza de estos hechos y determinar responsabilidades".
Recalcó que "los niños no pueden ser utilizados de esa manera, porque una vulneración de sus derechos. Tomaremos las medidas necesarias para esclarecer estas situaciones".
problemática
En su visita en la zona, el ministro Hernán Larraín de Justicia también se refirió a esta clase de fenómeno, que a su juicio se enmarca dentro de la crisis migratoria en Chile.
"Esta situación de niños que son utilizados para pedir limosnas se advierte en varias ciudades del norte del país, donde me han planteado casos muy similares. Este tipo de problemas ocurre con la migración ilegal y no regulada, que genera dificultades para los migrantes y sus familias, que al no ver oportunidades para integrarse y subsistir acuden a prácticas de este tipo", analizó el ministro.
20 a 25 mil pesos pagarían extranjeros a otros migrantes por el arriendo de los niños.