¿Cómo enfrentar la PDT?
Bastante se ha hablado sobre las dificultades y efectos que ha traído la pandemia a los procesos educativos; efectos que van desde los niveles de aprendizaje alcanzados hasta efectos psico-emocionales en los estudiantes. Ya embarcados en un segundo año de educación en formato, principalmente, no presencial, los alumnos se enfrentan a un nuevo proceso de selección universitaria, con más incertidumbre e inseguridades que las habituales.
¿Cómo enfrentar esta última etapa de preparación? Ya en la recta final, es preferible focalizar el esfuerzo y energías en aquellos temas en los cuales hay mayor conocimiento y seguridad con el fin de asegurar el buen resultado en ellos. También es preferible centrarse en las pruebas que representan mayor ponderación para la carrera de preferencia en lugar de seguir abarcando todas las pruebas y todos los contenidos. Es decir, en esta última parte, se debe ser estratégico, dedicando tiempo y esfuerzo en asegurar un buen rendimiento en aquellas áreas y temas en los cuales se tiene mayor seguridad o conocimiento. De igual forma, es mejor favorecer la práctica desarrollando facsímiles o ensayos por sobre el revisar nuevos contenidos. Es momento sólo de ejercitar con el fin de optimizar los procedimientos para la identificación de la respuesta correcta.
Una sugerencia que pudiera ser pertinente es dar una justa medida a la relevancia que tiene el resultado de la PDT para el futuro de un joven, sin duda que ello permite postular con determinada certeza a la carrera deseada, pero saber que NO es la única instancia ni oportunidad para tomar una decisión referida al futuro profesional. Las familias juegan un rol importante, pues pueden acrecentar el nivel de estrés o dar el necesario respaldo para elegir de acuerdo con las preferencias de desarrollo personal.
Columna
Roberto Reinoso Bascuñán, Académico de la Facultad de Ciencias de la Educación. U San Sebastián