Nueva ola de innovación en América Latina
A lo largo de 2020 y 2021 pudimos ver cómo la pandemia de Covid-19 aceleró el desarrollo de procesos y soluciones innovadoras para asegurar una respuesta rápida y eficaz para combatir el virus y sus consecuencias. No solo hemos visto la entrega de vacunas en un período de tiempo sin precedentes, sino también los fabricantes de automóviles y aviones que producen, desde ventiladores mecánicos hasta equipamientos de protección para profesionales de la salud.
Estas y otras innumerables soluciones se implementaron con agilidad y éxito gracias a la colaboración de grandes empresas y pequeños emprendedores, startups, universidades, gobiernos, etc. Es decir, en la mayoría de los casos, la innovación abierta fue la protagonista.
Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que, a menudo, expandir la innovación más allá de sus fronteras es un gran desafío para la mayoría de las organizaciones, ya que las estructuras, los procesos y la cultura deben transformarse. Pero, sobre todo, es un paso fundamental para quienes buscan el liderazgo en sus mercados. La innovación tradicional se encuentra con límites de calificación financiera y profesional. Puede ser un proceso muy costoso para una empresa el mantenerse por sí sola al día con la aparición de numerosas tecnologías nuevas, que pueden ser el punto de partida o, incluso, la respuesta para la creación de un producto disruptivo.
Por otro lado, al optar por un modelo colaborativo es posible reducir costos y tiempo de desarrollo, mientras se acelera la trayectoria de emprendedores talentosos. En el área de la salud, por ejemplo, ya podemos ver grandes beneficios de la adopción de la innovación abierta. Los ejemplos incluyen la creación de nuevos modelos comerciales, la participación del paciente a través de un viaje digital, el ahorro y la optimización de recursos o incluso el uso de análisis de datos para predecir el riesgo.
En América Latina, uno de los mayores precursores de este movimiento fue el sector financiero. El avance de las fintechs en la región ha recibido atención mundial en los últimos años, ayudando a expandir las inversiones y permitiendo que nuestros ecosistemas locales crezcan rápidamente. Actualmente, Brasil es el sexto ecosistema de startups más grande del mundo y el quinto país en número de unicornios. Además, tenemos otros países que están ganando protagonismo en la región como Argentina, Chile, Colombia, México, entre otros. La experiencia adquirida con las fintechs ha abierto puertas a otras áreas, especialmente para el segmento de la salud.
Columna
Luly de Samper, , vicepresidente Internacional de Johnson & Johnson Medical Devices para América Latina