Mario Vera Sepúlveda

Una muy simbólica despedida le ofrecieron sus amigos ciclistas a Pablo Rodríguez, el joven de 29 años que murió el fin de semana al ser impactado por un taxibus de la línea Las Galaxias, por causas que se investigan.

Es así como cientos de amigos y también ciclistas que solo compartían su pasión por las dos ruedas organizaron una cicletada de despedida, saliendo desde el Puente Perales en Talcahuano, para después ir hasta la parroquia Santa Cecilia de la comuna puerto, lugar en el que se realizó la misa en honor al cientista político y activista LGTBQ+. De ahí acompañaron al cortejo fúnebre hasta el Cementerio General de Concepción, donde descansarán los restos de Pablo Rodríguez.

Cultura vial

Jaime Paz, líder de la agrupación de ciclistas +Cleta, es tajente en su análisis sobre los riesgos que se enfrentan a diario quienes transitan en bicicleta por el Gran Concepción y en el país. "El gran peligro a nivel país es la falta de cultura vial y falta de convivencia vial", sostuvo.

Agregó que somos una sociedad que no gusta, ni acostumbra de comportarnos bajo las leyes vigentes, "y hacemos caso omiso a las normativas que hoy rigen en cuanto a seguridad vial", asegurando que un porcentaje cercano al 99% de ciclistas urbanos, "cuando van por la calzada y sufren de un adelantamiento, este jamás es a 1,5 metros, que es la normativa legal y eso es porque no se fiscaliza y porque la gente habitualmente se escuda en que no sabe".

En esa misma línea sostuvo que hay una clara falta de prudencia y empatía entre los conductores, entendiendo esto como una problemática que va mucho más allá del conocimiento o no de la Ley.

Para Roberto Ramírez de la agrupación Bici Conce, es necesario atacar esta indolencia con campañas y una política certera por parte de Conaset, indicando que han tratado de llegar a la población vía Instagram, pero que no es el canal adecuado.

En ese sentido señaló que es necesario que se retome la educación cívica en los colegios, así como también que los municipios se hagan cargo a través de los diversos mecanismos con los que disponen.

Por otra parte señaló que es de extrema urgencia que se logre controlar la velocidad a la que transitan los automovilistas, remarcando que el límite máximo para zonas urbas es de 50 kilómetros por hora.

Para conseguir aquello, señaló que "lo que se quiere proponer son los delimitadores de velocidad" y con esto reducir el riesgo de accidentes. Sobre lo mismo, indicó que aún no hay un congresista que patrocine el proyecto, pero que esta jornada presentarán la iniciativa en el municipio de Concepción para que sea una ordenanza municipal.

Apuntó además no solo a los choferes, sino que también a las empresas, ya que "los conductores sufren de multas por los retrasos y eso los obliga a andar corriendo muchas veces".

Carlos Leiva, también ciclista agregó que hay otro problema, apuntando a que "la infraestructura vial es muy pobre acá en Chile, pese a que se han construido bastantes ciclovías en el último tiempo". Ante este escenario, indicó, que al pedalear por la calle, tal como lo indica la norma, "los buses ni siquiera respetan los limites y es muy distinto que te impacten a 30 kilómetros por hora que a 100 y un ciclista nunca va a matar a un automovilista, pero sí un automovilista a un ciclista", concluyó.

"Un ciclista nunca va a matar a un automovilista, pero si un automovilista a un ciclista".

Carlos Leiva,, ciclista.