Barrio Villa Juan Pablo II
El esfuerzo de los pobladores por tener mejores condiciones de vida y su lucha por ser escuchados por las autoridades son parte de la historia de la "Juan Pablo II", barrio emblemático penquista.
La historia de la población Juan Pablo II se gesta en la década de 1990, surgiendo de la mano de un programa especial PET del Serviu para viviendas (Plan Especial Para Trabajadores). Con este programa un gran número de personas postuló al subsidio habitacional de 80 UF, teniendo un ahorro de 20 UF. Cada poblador pactó la diferencia con el banco a 12 o 20 años, según fuera su propia capacidad de pago, quedando muchos de ellos con dividendos de $29 mil al mes.
Así se forja el barrio que lleva el nombre del primer Papa Vaticano que visitó Chile en 1987, unos pocos años antes de que naciera la población con su nombre. Las viviendas construidas para darle vida medían 35 metros cuadrados y beneficiaban a 297 familias. El 15 de marzo de 1991 las casas son entregadas a sus futuros dueños. Dos meses y 14 días duró la felicidad plena entre sus habitantes, ya que el día 29 de mayo de 1991 ocurre la primera inundación debido a la salida del río Biobío el que inunda completamente la recién inaugurada población, donde los vecinos pierden todos sus enseres.
Desde ese día en adelante, la historia de "la Juan Pablo II" se convierte en una lucha de parte de los vecinos para resolver los temas de diseño y habitabilidad que la construcción evidenció desde un principio. La villa está construida 2 metros bajo la cota máxima del río, por lo que con cada crecida fluvial o aguas lluvias fuertes, ésta se inunda, pasando a ser popularmente conocida como la población "Juan Pablo se inunda", en vez de Juan Pablo II.
Los dirigentes históricos del sector, especialmente de la Junta de Vecinos 11-B Villa Juan Pablo II, indican que la empresa constructora cometió errores, y que, por su parte, el Serviu ha sido lento en resolver estas problemáticas para los pobladores del sector, quienes llevan 31 años luchando por mejoras que han sido paulatinas, pero no definitivas. Hasta el día de hoy les impresiona que la municipalidad en su momento haya autorizado la construcción bajo el nivel del río, y es por ello, por lo que cuando el río sube o arrecian las lluvias, el agua no tiene por donde salir y se inunda. Plantean que ha sido muy difícil que las autoridades tomen en cuenta sus reales problemas, y no escuchen a los pobladores y dirigentes que son quienes conocen los problemas reales del sector.
Tiempo después como manera de arreglar la situación, a las autoridades se les ocurrió la idea de conectar el alcantarillado con la mala evacuación, entonces ya no solo la villa se inundaba con aguas lluvias o del río, sino también con fecas. Golpearon las puertas de la gobernación, intendencia, Serviu, municipio, y todos decían "lo estamos resolviendo". Así y durante 22 años, se inundaron, todos los años, cada vez que llovía.
En julio de 2006, los vecinos postulan las casas de la población al programa de ampliaciones del Serviu, participando como EGIS la Municipalidad de Concepción, siendo Jacqueline Van Rysselberghe alcaldesa de la época. Una vez más la villa se sentía afectada por las malas decisiones de las autoridades desde el principio de su existencia, ya que el Serviu se oponía a las ampliaciones en la población Juan Pablo II, por no ser el terreno apto para construcción y debido a que en el sector se producían repetidas inundaciones. La pelea de los vecinos por recibir mejoras a su situación y condiciones de vida apuntaba justamente a la necesidad de contar con un segundo nivel para poder refugiarse allí al momento de que se presentase una nueva crecida del río o se inundaran.
Para enfrentar las reiteradas inundaciones del sector, en el 2007 las autoridades adquirieron dos bombas móviles para ayudar en la evacuación de las aguas. En el terremoto de 2010 la población igual se vio afectada, ya que pasa una falla geológica por su sector. En 2012, a petición de los vecinos, se construyó una caseta para que las bombas permanezcan en el lugar y responder rápidamente a los eventos de lluvias.
Con todo lo anterior, llegó un momento muy complejo para los vecinos de la población Juan Pablo II, cuando comienzan a reclamar por los pagos de dividendos, aun cuando las casas desde el momento en que las recibieron fueron afectadas por inundaciones. Los pobladores acudieron una vez más a sus autoridades y solicitaron el apoyo de senadores y diputados, entre los que se encontraba el senador Eugenio Cantuarias y los diputados Jorge Ulloa y José Miguel Ortiz, quienes ofrecieron un pago simbólico de $500 al Banco del Estado, Así sus pobladores pensaron que habían logrado un avance en lo que consideraban una gran injusticia. Al cabo de un año, el banco les indica el término del beneficio, y les exige el pago total de la deuda. Por lo que la solución otorgada por los parlamentarios de la época finalmente derivó en una deuda aumentada para los pobladores de la villa, el banco les invitó a reprogramar la deuda adquirida, la cual pasaría al final del pago original pactado, situación de no darse, las viviendas serían rematadas, ejecución que afectó a 3 casas del sector.
El 27 de febrero del 2011 el Presidente Sebastián Piñera arribó a Concepción, y muchos vecinos de la población fueron a verlo al aeropuerto, logrando hablar con él, y explicarle la gran problemática que aquejaba a la villa, inundaciones, fallas geológicas, dividendos, y penosas condiciones de las viviendas. Dentro de las respuestas recibidas por la autoridad, se les informa que el proyecto que se tenía en estudio para eso no era viable, y es la opción planteada por los vecinos finalmente la que dará una solución parcial, hacer una piscina para que se apose el agua y con algunas bombas fly sumergible en forma automática retirar el agua al río, lo que era más barato y viable que una planta elevadora de aguas lluvias.
"Así y durante 22 años, se inundaron, todos los años, cada vez que llovía.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción
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