Bloqueo en Iquique por inseguridad: Gobierno apunta al sistema penal
Fiscales dijeron requerir mayor dotación para enfrentar los nuevos delitos y la violencia que aqueja a Tarapacá.
Leo Riquelme
Con el aeropuerto sin vuelos y el ingreso carretero a la ciudad bloqueado por parte de camioneros permaneció ayer Iquique, donde miles de personas protestaron contra el alza de la delincuencia, de la que los dirigentes gremiales y políticos locales responsabilizan a la migración irregular.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, dijo en La Moneda que "empatizaba" con la preocupación de la comunidad, pero defendió la política migratoria del Gobierno y responsabilizó a la oposición por la tardanza en la vigencia de la ley regulatoria aprobada en abril de 2021 y al sistema penal por el destino de las detenciones realizadas.
La autoridad indicó que en la última semana, cuando aumentaron en 75 funcionarios la dotación de Carabineros en Iquique tras la agresión a dos policías por parte de un grupo de venezolanos, han detenido a 82 personas, quienes suman 550 aprehensiones, añadiendo que una de ella ha sido apresada más de 70 veces.
"Hay otras instituciones del Estado que también tienen que salir a responder (...) Todos tenemos una cuota de responsabilidad", agregó el ministro, quien dijo que hoy firmaría decretos de expulsiones, para sacarlos del país en un avión la próxima semana.
Según el Ministerio Público, en Tarapacá los imputados extranjeros han pasado del 6% en 2010 al 29% en 2021 y el fiscal regional Raúl Arancibia dijo en radio Cooperativa que los delitos violentos han aumentado 18%, a los que se han sumado ilícitos nuevos como el sicariato y los secuestros. Para atenderlos dijo que necesitaban más personal, a lo que se sumó la Asociación de Fiscales.
El ministro Delgado le reprochó a la oposición también que recurriera en su momento al Tribunal Constitucional contra 14 artículos de la Ley Migratoria, incluida la "reconducción" que permite llevar a la frontera a quienes sean sorprendidos en territorio nacional irregularmente.
Antes que hablara éste, la próxima ministra del Interior, Izkia Siches, admitió que lo que vive la zona "es un problema sensible", pero del cual Delgado debía responder .