El esforzado traslado de Concepción a La Mocha
Concepción, una ciudad clave para el desarrollo de Chile, tuvo su origen en la vecina Penco. Su traslado a la actual ubicación se realizó por etapas, pero se coincide en que su nuevo sitio comienza, el 25 de diciembre de 1751.
Al revisar la documentación pertinente al origen y posterior desarrollo de Concepción, queda clara la gran importancia que tuvo este territorio para el continente en general, una vez que fue integrado a la Corona.
Pedro de Valdivia, una vez que consolidó el asentamiento de Santiago, inició su periplo al sur, con la finalidad de reconocer e incorporar los dominios de las concesiones otorgadas a su persona. Fue en 1550 cuando Valdivia llegó a nuestra zona, y tras enfrentarse a los indígenas en la Batalla de Andalién, atravesó el río del mismo nombre y fundó Concepción el 5 de octubre de 1550.
La ciudad fue factor esencial para comprender lo que significó la Conquista y el poblamiento posterior de la zona. El afán del conquistador por fundar ciudades y fuertes se centra en uno de los aspectos sobresalientes y vitales de lo que fue "la Concepción señorial". El linaje que va unido a la condición de poblador y a la de vecino que, en el lenguaje de la época, es aquel que tiene "casa poblada". Resulta siempre importante destacar como manifestación de méritos y distinción personal, el papel gravitante que la ciudad tuvo en la formación de la sociedad en esos tiempos, lo que de cierta forma configura nuestra condición actual, que está reflejada en la importancia que el derecho indiano confirió al emplazamiento y función de las ciudades.
Un cuidadoso estudio de nuestra historia colonial demuestra que uno de los parámetros más significativos para comprender esta etapa de nuestro desarrollo es el ritmo acelerado del crecimiento de las ciudades, criterio válido incluso hoy..
El traslado
Más allá del contexto antes mencionado, profundicemos en la historia particular de Concepción. Hay que recordar que la ciudad sufrió diferentes vicisitudes, como ataques indígenas y los terremotos y maremotos de 1570, 1657, 1730 y 1751. Además, se registraron pestes y otros hechos que motivaron el traslado de la urbe desde el actual emplazamiento que tiene Penco al Valle de la Mocha.
El Valle de la Mocha se encuentra a orillas del Biobío, rodeado por el cerro Caracol, el río Andalién, las lagunas Galindo y las Tres Pascuales, y los collados de Chepe y Gavilán.
La fecha del traslado no corresponde a un momento determinado, sino a varias etapas. Oliver Schneider, en su libro sobre Concepción, en su página 127, bajo el título "¿Cuál es la fecha de la traslación de la ciudad?", indica: "Domingo Ortiz de Rozas fundó por bando la ciudad en el Valle de la Mocha, el 25 de diciembre de 1751. Ordenó a Ville au Brun que trazara el plano sobre su base; ante el cabildo, sorteó los solares entre los vecinos en enero de 1752. Hay constancia de que Barriga, primero, y luego Guill y Gonzaga, en 1764 y 1765, respetaron el trazado y la repartición de solares de enero de 1752. El alcalde de Concepción, al comenzar la ciudad en su nuevo emplazamiento, era José de Puga y Girón".
A fines de marzo de 1753, funcionaban en la Mocha el corregidor, el cabildo, las cajas reales, y existían dos conventos, uno de ellos con hospital. Los jesuitas, por su parte, habían levantado su colegio y enseñaban las primeras letras y también Filosofía y Teología; las Monjas Trinitarias empezaron su establecimiento de educación, y el único médico residía en la nueva Concepción.
Finalmente, el Consejo de Indias aprobó lo obrado por Ortiz de Rozas y el Rey lo legalizó el 6 de octubre de 1757.
Por otra parte, el documento de Francisco Javier Barriga, del 15 de febrero de 1758, del cual se conserva el original en el archivo de Sevilla, relata todo el pleito y reconoce como fecha de fundación el bando de Ortiz de Rozas, el 25 de diciembre de 1751.
Se dice que Guill y Gonzaga declararon por decreto que, en 1765, fue refundada la ciudad en este valle. Si examinamos el decreto de Guill y Gonzaga, solo se consideran cuatro puntos que no pueden ser interpretados como de la fundación de una ciudad en su estricto sentido. Ellos son: el traslado total, o sea, el abandono de Penco; declarar a la ciudad capital de obispado; denominarla Concepción de la Madre Santísima de la Luz, y que Talcahuano sea un puerto surgidero y amarradero.
De todo lo anterior, se deduce que la vida de Concepción en su nuevo sitio del Valle de la Mocha comienza el 25 de diciembre de 1751.
La construcción y traslado al nuevo sitio tuvo sus bemoles, por un lado, la amenaza de excomunión del obispo Toro Zambrano, y por otro los comerciantes y vecinos opositores al traslado motivaron que el 1 de marzo de 1765 se decretara una orden, mediante la cual se le quemarían casas y tugurios a todos aquellos que no se hubiesen trasladado de Penco al nuevo sitio, agregando "para que no quede ni aún memoria de ellas en ese lugar arruinado".
La planta de la cuidad se repartió en manzanas, dividida en tablero de ajedrez con 118 manzanas, constituidas por 14 cuadras de norte a sur y nueve cuadras de Oriente a Poniente. La ciudad surge, pues, en su nuevo sitio y será la pujanza de sus vecinos la que determinará su destino.
No es majadero insistir el papel gravitante que tuvo Concepción en el desarrollo nacional. Su trascendencia es abordada por la obra "Historia del traslado de la ciudad de Concepción", de los profesores Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco, la que es complementada por los trabajos históricos de comienzos del siglo XX, escritos por Cox, Muñoz y Schneider, además de una serie de artículos y publicaciones realizados por el historiador penquista Augusto Vivaldi. Libros y publicaciones que por su poca conocida presencia se convierten en verdaderos incunables.