El destacado rol de mujeres al frente de sus juntas vecinales
Dirigentas cuentan de su abnegada labor en pro de los intereses de sus vecinos, y cómo lo combinan con su rol de madre, dueñas de casa o profesionales.
El rol de la mujer se ha visibilizado con el paso de los años, sobre todo en cargos importantes y de mucha responsabilidad. Pero donde ese rol ha existido casi siempre es en las juntas de vecinos, donde ellas combinan sus roles de madre, dueña de casa y profesional, con el de representar a sus vecinos.
Ad portas de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer del próximo 8 de marzo, La Estrella conversó con algunas dirigentas, precisamente para graficar ese importante rol en sus ecindarios.
Magaly Toledo es un ejemplo ello. "El rol es fundamental, ya que somos guerreras", dice de entrada la dirigenta a cargo de la Junta de Vecinos Los Huertos de Boca Sur. "Llevo más de diez año acá como presidenta, y lo hago porque me gusta y gracias a la confianza que tienen mis vecinos he vuelto a salir reelecta. Como mujer, a mí me enorgullece llevar esta presidencia", afirmó.
Se define como empática y se destaca por no rendirse ante la adversidad. "Me gusta escuchar a mi gente, lo otro es que no me doy por vencida, si queremos tener algún bien para la comunidad me gusta sacar adelante el desafío".
Sin embargo, no todo ha sido bueno. "El presidente anterior era varón y en principio me costó que creyeran que una mujer pueda ser la presidenta, no me veían capaz de lograrlo. Hay que estar 24/7 con los vecinos, aunque a veces cuesta", detalló, revelando el apodo con que la tildaban en un comienzo. "Me decían ahora tenemos a la Bachelet, pero pudimos demostrar que como mujer hacemos grandes cosas".
En la Junta de Vecinos de Playa Negra en Penco, el nombre de Ruth Rubilar lo conocen todos en el barrio. Ruth legó el 2018 a la presidencia y desde ahí, ha puesto todo su entusiasmo por sacar adelante a la comunidad. "Yo por segunda vez quedé elegida. Desde que asumí, he visto toda la responsabilidad que uno tiene, porque los vecinos siempre se acercan a entregar sus inquietudes y cosas que necesitan. Entonces, uno tiene que jugársela por ellos", indicó Rubilar. "No es fácil, ya que no todos están de acuerdo con el presidente que tiene, pero uno sabe que no es del agrado de todos", añade. "Tengo una nueva gran experiencia, ya que la población es mi familia", recalca.
En la misma comuna, en la Junta de Vecinos de Mavidahue, quien se la juega en la directiva es Natalia Miranda, quien lleva nueve años dentro de la dirigencia, donde ha logrado, mediante la confianza, ser reconocida como una líder positiva y activa. "Este es un rol muy importante, ya que la mujer tiene más llegada con la gente, se hace un poco más confiable, nos ven por ese lado sensible, que nos ponemos en el lugar del otro, y por lo general, la gente confía más en la mujer".
Miranda se definió como una persona confiable, empoderada, con carácter y que enfrenta muy bien las dificultades. "Me hago el tiempo para ver los problemas y dificultades de los vecinos".
Natalia no cree en la diferencia entre el desarrollo del cargo entre mujeres y hombres, afirmando que "llevo ocho años en una junta de vecinos, soy presidenta también de un sindicato de trabajadores, y presido un centro general de padres, y no me ha costado mucho, ya que soy directa, transparente".
Otro caso destacado es el de Alejandra Álvarez, también en Penco, al mando de la Junta de Vecinos de La Conquista, donde lleva más de 20 años,
"A mí no me interesa ser reconocida, sino hacer, ya que a mí me gusta ir en ayuda de mi gente y lo tengo arraigado desde cuando era niña", confieza. En relación a la disparidad en la acción de la presidencia, Alejandra manifestó que para la mujer es "un poco más complicado, ya que nosotros somos dueñas de casa y mamás, además de, profesionales. A diferencia del hombre que se dedica netamente a ser dirigente.".
Y su trabajo se ve reflejado en lo ocupado que mantiene a los vecinos de la población, ya sea con talleres o postulando periódicamente a proyecto para ayudar a la comunidad. "He hecho talleres en plena pandemia, de gastronomía con todos los protocolos y terminando con mucho éxito. Intento tener a mis vecinos ocupados, siempre postulamos a proyectos del Gobierno Regional para mantenerlos siempre activos y que no estén desconectados de la realidad", finalizó.
Dirigenta rural
María Sosa es otro ejemplo claro de ello, pues lleva 20 años al frente de la Junta de Vecinos de Villamavida en Florida. Junto con reconocer que dicha labor la ejerce con cariño y dedicación, "es muy difícil, en mi caso, tengo que llegar a mi casa, trabajar, tengo que ayudar con los problemas a mis vecinos, estudiar mucho para dar buena información".
María afirma que el liderazgo no solo se da por ser mujer, sino por la forma en la que se trabaja. "El liderazgo se muestra formando equipos, nunca tomando decisiones sola, además, se trabaja con los suplentes, ya que ellos en algún momento van a tener un rol en la directiva", puntualizó.
Al ser consultada si el rol femenino es muy distinto al rol masculino a la hora de ser dirigente, comentó que "es más sacrificada, se requiere más esfuerzo porque hay muchos que rechazan la presencia de la mujer todavía. El hombre llega a su casa y dice llegué cansado, y la mujer llega cansada pero si falla en la casa es criticada por su familia y también por su rol dirigencial. Pero cuando a uno le gusta ayudar, la misma gente te va retroalimentando con energía", recalca.
Asimismo, Sosa valoró el rol de la dirigenta de zona rural. "Siento que la dirigenta rural es mucho más sacrificada que la de ciudad, ya que recorre más distancia, es prácticamente la primer respuesta que tiene el vecino ante cualquier problema y debe por cualquier medio informar".
"A mi no me interesa ser reconocida, me gusta ir en ayuda de mi gente, lo tengo arraigado".
Alejandra Álvarez, Junta de Vecinos La Conquista de Penco.