Ribera Norte nació y creció mirando al río
Planes urbanísticos nacidos en la década de 1940, recién comenzaron a materializarse en los años noventa, para recién en la primera década de este siglo materializarse en un barrio que cuenta con equipamiento y modernos parques.
Concepción es la segunda concentración urbana más importante del país, con una variada e importante actividad económica, basada principalmente en la industria. Experimentó un acelerado crecimiento no homogéneo de su territorio con la incorporación de un conjunto de núcleos urbanos, que en la actualidad funcionan como un único sistema conurbado, siendo su núcleo la ciudad de Concepción.
A partir de ello, la ciudad comenzó a generar las primeras ocupaciones de tipo funcional sobre el río: un proyecto de canalización a través de muelles artificiales, y más tarde, con la inauguración del ferrocarril en Concepción y la construcción del primer puente ferroviario sobre el río en los años 1874 y 1889, respectivamente. Con ello, afloraron otras ocupaciones asociadas a la actividad ferroviaria e industrial, tales como molinos, bodegas, maestranza, e incluso, se instaló la cárcel, otorgando al río un fuerte carácter funcional e infraestructural, llevándolo a una condición de marginalidad.
Durante el siglo XX, Concepción sufrió el impacto de eventos naturales, cuyas respectivas reconstrucciones le dieron una nueva fisonomía. Los planes de 1940 y de 1965, allanaron el camino para el proyecto de Ribera Norte de 1994. En esos documentos originales se propuso la instalación de un capitolio o gobierno regional sobre el cauce, a manera de fachada de la ciudad, apareciendo por primera vez una relación de la ciudad con el río Biobío, idea que nunca se concretó.
Dentro de la serie de iniciativas de renovación urbana que se postularon en la década de los '90 se diseñó el programa de recuperación de Ribera Norte, el que insistió en los esfuerzos por incorporar al río como un elemento natural patrimonial y estructurador del paisaje urbano de la ciudad, y de todo el sistema metropolitano de Concepción.
Su objetivo principal fue llevar la ciudad al río y recuperar funcional y económicamente esa área, incrementando el suelo urbano del casco central, junto con dar solución social a la situación de marginalidad habitacional que presentaba el sector. Para su ejecución e implementación se pensó y se desarrolló un plan estratégico de gestión, que buscaba obtener articulación publico privada en la renovación urbana de áreas deterioradas y obtener una herramienta para el impulso de proyectos de recuperación urbana.
Para concretar tal esfuerzo, se armonizaron múltiples aspectos, como el social, urbanístico e inmobiliario, volcando el desarrollo de las áreas de mayor valor sobre la costa y, de esa manera, debilitar la presencia de las líneas del ferrocarril, las cuales, tal como se dijo antes, le otorgaron por años un carácter marginal y funcional al río.
Acompañando a la propuesta urbana de recuperación y, en respuesta al problema habitacional de 1.400 familias que vivían en forma irregular, se propuso un "barrio popular", recuperando la manzana urbana que caracterizaba al sector.
Para llevar adelante tal empresa, la iniciativa se centró en dos aspectos relevantes: primero, liberar los terrenos ocupados por las familias que habitaban el sector, con la construcción del conjunto habitacional de vivienda social de radicación. Posteriormente, mejorar los suelos e incorporar el área al sistema urbano, con nuevas infraestructuras viales, entre los que se cuenta un nuevo puente urbano sobre el río Biobío y avenida de borde.
Durante el 2000 se desarrollaron los concursos públicos para los diseños urbanos del Barrio Cívico y de los parques contemplados en el sector. El Barrio Cívico se planteó como un articulador entre la trama tradicional de la ciudad y la nueva pieza ribereña y configurador del eje de penetración a nivel peatonal, dando continuidad urbana al sistema de espacios públicos preexistentes en la ciudad. Aspecto del diseño que no se respetó y finalmente, se estableció "enmarcar" el edificio de la antigua estación como sede del gobierno local.
En el periodo entre 2001 y 2009, se abordó la urbanización de los terrenos liberados, con lo cual se buscó dar factibilidad económica al programa, a través de la venta de terrenos al sector privado y la participación de éstos en el desarrollo de proyectos inmobiliarios.
Se propusieron áreas verdes a escala metropolitana dando cuenta de la nueva cara de la ciudad. A la fecha se concretó la franja de parque frente al conjunto habitacional de radicación y la franja verde de lo que era el eje de penetración urbana del proyecto, en la actualidad denominado "Parque Bicentenario".
El sector cuenta hoy con un mall, estación de biotrén, un memorial que recuerda a las víctimas del 27/F, el Teatro Regional, y, finalmente, el conjunto habitacional Aurora de Chile, para las familias afectadas por la conexión del nuevo puente "Bicentenario".
Transcurridos varios años desde la puesta en marcha del proyecto, se comenzó a visualizar una incipiente polarización de su espacio urbano. Surgieron nuevos edificios en altura en la pieza de ensanche y el barrio cívico. A la espera de que el puente Chacabuco incorpore a la ciudad este sector. No obstante, la ribera norte aún no forma parte del espacio urbano de la ciudad.