Atleta penquista es ejemplo de vocación y disciplina en Chiloé
Josefa Quezada rompió hace pocos días una histórica marca del atletismo nacional. Sus logros son aún más significativos conociendo la gran historia de esfuerzo y dedicación que día a día imprime en su trabajo y el deporte.
Aún no terminaba de asimilar su histórico récord nacional, y ya estaba subiendo a un podio nuevamente. La atleta penquista Josefa Quezada sigue demostrando que está pasando por un estado de gracia. El pasado miércoles rompió una marca impuesta hace 30 años en los 3 mil metros planos y durante el fin de semana fue una de las grandes figuras del Nacional de fondo y medio fondo que se realizó en el Ester Roa.
Su estancia en tierras penquistas duró pocos días, pero lo suficiente como para llevarse el primer lugar en los 1.500 metros de damas adultas. Sin embargo, en su vida hay pocas pausas, y ese mismo día tomó un bus para Chiloé, donde trabaja en el servicio de otorrinolaringología del Hospital de Castro.
En conversación con La Estrella, esta destacada deportista de la zona entregó detalles de su otra faceta: profesional en el área de la salud, y de cómo ha sido el proceso para lograr compatibilizar ambas ocupaciones.
"Estoy desde agosto en Chiloé. El primer mes fue súper duro. Oscurece muy temprano en invierno. Yo salía del trabajo y tenía una hora de luz. Entrenaba en campos, pero después encontré un camino de tierra y así fui intentando en diferentes lugares", relata Josefa Quezada, quien obtuvo su especialidad en la Universidad de Concepción, tras titularse de médico cirujana en la Universidad de Santiago de Chile tras años de esfuerzo.
Vocación y disciplina
Sobre el trabajo que realiza en el servicio público, detalla que "de lunes a miércoles trabajo en distintas zonas rurales. La idea es descentralizar el hospital así que me toca ir a islas más pequeñas del sector. Cuando llegué, había listas de espera para ser evaluados desde el 2019. Ahora hemos acotado harto esa lista gracias al trabajo que realizamos con el equipo que conformo junto a una tecnóloga médica y una tens".
Es en esta faceta, que Josefa valora todo lo que le ha enseñado el deporte: "Me gusta la excelencia. Soy bien perfeccionista y disciplinada. Es un ritmo bastante duro el del médico. Yo llegué a trabajar 90 horas a la semana con turnos de noche. El esfuerzo físico siempre ha sido brutal, y eso me ha dejado mayor resiliencia y fortaleza mental".
Siguiendo dicha línea, remarcó que "es bien sacrificada el área de la salud. Resulta difícil compatibilizar eso con el deporte. Recuerdo varias veces que llegaba a la pista y lloraba de cansancio. Existieron momentos donde pensé en tirar la toalla, pero me ayudaba mi entrenador Jorge Grosser y una parte de mí sabía que no tenía que dejarlo".
Asimismo, comentó que "es difícil salir de la isla. Los viajes y las distancias son considerables. Es una relación de amor y odio, me encanta vivir y trabajar acá, pero el tema del atletismo es complicado y se hace mucho más difícil. La idea era este año competir bien y demostrar más . Con mi entrenador estábamos frustrados porque le encantaría que estuviera allá entrenando con los hombres, me dijo que podría estar corriendo mucho mejor. Acá estoy sola y sin ninguna red de apoyo de kinesiología. Han sido un poco frustrantes estos meses, pero todo al final tiene su recompensa".
Quezada debe cumplir seis años en el servicio público. Su idea es gestionar un traslado a Concepción, para entrenar de mejor manera en vistas a los Panamericanos y los Iberoamericanos.
Actualmente lleva uno recién cumplido, pero este periodo también le ha servido para conocer más sobre las diversas realidades que hay en el país.
"Acá es más tranquilo, ya que son menos personas, pero igual hay falencias de resolutividad. Desconozco si es por falta de financiamiento o por gestiones, pero muchas cosas se derivan a Puerto Montt. Ahora están creando hospitales en Ancud y Castro para no ser tan dependientes", señaló la deportista.
Otro de los problemas es la ruralidad: "Hay islas pequeñas que están muy aisladas y que tienen locomoción una vez a la semana. Castro está bien desarrollado pero en la periferia hay mucha población rural donde cuesta llegar. Tampoco hay tanta promoción del deporte".
Nuevos desafíos
Quezada no tiene respiro y ya se está enfocando en los siguientes desafíos de su carrera. "Del 1 al 3 de abril iré al Grand Prix sudamericano en Argentina. El nivel allá es mucho mejor, entonces se debería mejorar un poco más las marcas, teóricamente hablando. Me quedo en Chiloé hasta el 29 de marzo, después viajo a Santiago y de Santiago a Argentina", detalla.
Por la Ley del Deporte, no ha tenido problemas con los permisos para asistir a competencias, además, en Chiloé ha encontrado el lado más bondadoso de la gente. Sin embargo, su deseo es volver a Concepción. Por lo pronto, adelanta que "de junio a agosto tengo permiso sin goce de sueldo. En mayo también me corresponden vacaciones así que estaré probablemente cuatro meses en Concepción". Sobre esta cercana relación con la ciudad, Josefa revela que "nací en Santiago, pero por el trabajo de mi papá siempre hemos vivido en el Sur. Yo estudié en el Colegio Concepción de Chillán. Terminé en Concepción por la especialidad . Yo nunca he estado mucho tiempo en un lugar fijo, y donde más me sentí en un hogar fue en el Biobío. Sentía que estaba todo lo que busqué en algún momento de mi vida". Es acá donde conoció a amistades ligadas al atletismo, y gracias al Club Atlético Diamantes de Coronel, vivió sus primeras competencias. El impulso tras romper el récord le permite a Josefa mirar con mayor optimismo este 2022. Desafíos son varios, pero ella sostiene que "mi plan es poder hacer un traslado al Biobío. Seguiré intentando eso, para proyectarme a los Panamericanos, que se disputarán el próximo año en Santiago". Por lo mismo, remarca que "mi prioridad es el tema deportivo en estos momentos. No me gusta planificar a largo plazo, ya que pueden pasar muchas cosas. Por eso me gusta ir viendo objetivos a corto plazo". Y vaya que su receta ha dado resultados, sobre todo en los últimos días donde se ha lucido en la pista del Ester Roa Rebolledo. "Estaba un poco aturdida después del récord. Aún no asimilaba mucho lo que había pasad y sentía que igual tenía un poco de presión en la última competencia, como que no podía desentonar. A veces la parte emocional y mental me pasaba mucho la cuenta. Igual me sentía estresada antes de la carrera, pero no como otras veces, siento que lo manejé mucho mejor", recordó esta notable deportista. De esta forma, la atleta vuelve a Chiloé cargada de energías para seguir dando lo mejor tanto en su faceta deportiva como en la profesional.