A raíz del acuerdo alcanzado por el Consejo Regional la semana pasada, el gobernador Rodrigo Díaz solicitó la extensión, por dos años, del Plan de Zona de Rezago para la Provincia de Arauco, el que debiese finalizar el 1 de agosto de 2022.

Tras reunirse con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, Díaz dijo que "estamos pidiendo que el programa, que debiera terminar este año en la Provincia de Arauco e iniciarse en la de Biobío el próximo año, se prorrogue por dos años más. Esto considerando que, a causa de la pandemia, durante los últimos dos años, prácticamente, no se trabajó en la concreción de las actividades que estaban estipuladas".

Monsalve añadió que "esperamos poder apoyar, de incorporar también como Zona de Rezago un conjunto de otras comunas, particularmente, de la Provincia del Biobío y otras de la Provincia de Concepción. Se trata de aquellas que registran un atraso económico-social".

Pablo Martínez Tizka

Hoy se conmemora el Día de la Tierra y tanto vecinos como organizaciones ambientales han formado parte de la protección del medio ambiente de diversas maneras y con una evolución con el paso del tiempo.

El uso de las tecnologías para difundir información y coordinar salidas a terreno, la visión del cuidado del medio ambiente no solo contra un proyecto, sino que por el bienestar general, y la creación de encargados vecinales específicos en esta materia forman parte de la realidad actual.

Un ejemplo de ello es Luisa Valenzuela, quien hace 14 años se ha preocupado por la situación del Humedal Vasco da Gama en Hualpén, pero que hace dos años creó el cargo de Encargada de Medio Ambiente de la Junta de Vecinos Parque Central.

"Ese cargo lo creé yo porque necesitábamos personalidad jurídica para algunas acciones, la que nos ha permitido postular a proyectos y generar más redes. Además, con otras juntas de vecinos de Hualpén se creó el cargo de Delegada de Medio Ambiente. Es así como estamos coordinados en materia de educación ambiental y en protección del ecosistema", dijo.

Valenzuela señaló que las juntas de vecinos son unidades fundamentales para incidir como sociedad civil en el cuidado del planeta. "Estar unidos tiene más peso y valor para defender los ecosistemas. Hemos formado alianzas con agrupaciones y también estar en las mismas redes, como es el caso de la Red Nacional de Humedales en nuestro caso", dijo.

Finalmente, la dirigenta indicó que el trabajo ha permitido no solo enfocarse en el humedal, sino que en el bienestar general. "Hay puntos limpios, jornadas de educación ambiental y valoración de nuestro entorno".

Martín Sanzana es parte de la Red de Humedales del Biobío, sampedrino, sociólogo y doctor en Urbanismo. "Las organizaciones ambientales que existen hoy en día, que no sean ONG, empezaron a surgir desde el 2000 en adelante. Casi todas empezaron, al igual que yo, en reacción a un proyecto o un daño ambiental determinado. Luego apareció una nueva oleada de coordinadoras o fundaciones en función de ello".

Sanzana relató que "posteriormente hubo una fortalecimiento en que las organizaciones ya no solo existen para remediar una catástrofe o presionar para rechazar un proyecto, sino que se preocupan de valorizar el patrimonio del lugar. Esto significa no solo protestar, sino que asumir otros temas como el desarrollo de la educación ambiental, caminatas ecológicas, reciclaje de basura y regeneración ecológica".

El ambientalista explicó las diferentes formas de organización. "Hay algunas que son más vecinales, otras más por redes sociales, pero todas son importantes. El uso de las herramientas digitales es estratégico para informar y distribuir la información, mientras que el trabajo en terreno nos permite tener un mayor impacto".

Finalmente, Sanzana señaló que "pensando en el Día de la Tierra, todas estas pequeñas organizaciones, que nacen de los territorios y luego asumen causas mayores, son las que han puesto en la agenda pública los temas ambientales en la zona. Son pequeñas guardianas y guardianes de la Tierra".

Desde la universidad

Diego Durán, biólogo y parte de la ONG Malvarrosa y del Comité de Defensa del Humedal Chimalfe (Vasco da Gama), contó que es activista ambiental desde 2018 mientras estaba en la universidad.

"Mi profesión era idónea y quería aportar. Nuestro núcleo activo es de cuatro personas, pero estamos aliados con otras organizaciones y las redes son amplias. Nos llaman de colegios, universidades y eso permite dar fuerza al movimiento", dijo.

La capacidad de incidir en acciones públicas es otro de los aspectos a destacar. "Siempre avanzamos con la esperanza de que las cosas que hacemos tengan una repercusión grande. Hemos logrado que exista una fiscalización en el humedal, pero también quisiéramos que haya un parque, que se active la conservación y que la comunidad la pueda usar".

Por último, Durán indicó que "aunque las metas parezcan lejanas, se pueden tener avances".

"Estar unidos tiene más peso y valor para defender los ecosistemas. Hemos formado alianzas".

Luisa Valenzuela