Rodrigo Castillo
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de "revolución", de "activismo", de "xenofobia" o de "tolerancia"? ¿Cómo podemos entendernos en estos tiempos de debates intensos y urgentes, en los que a todos se nos exige adoptar una postura clara y sin contradicciones? Inquietudes como estas dieron origen al libro "¡Plántalo tú!", trabajo que se presenta como un "alfabeto humanista" y que fue escrito por Ángeles Quinteros y Valentina Insulza, con ilustraciones de Sandra Conejeros.
Ideado para lectores de 10 hasta 99 años, y redactado con un lenguaje amigable, el volumen incluye una selección de conceptos claves de la vida política y ciudadana. Todos están dispuestos en orden alfabético y definidos de manera muy precisa, acompañados por atractivos dibujos y por citas de grandes pensadores y líderes sociales. En cada sección se ofrecen, además, preguntas relacionadas con el tema abordado y pequeños recuadros con definiciones de términos que también es necesario conocer. Entre estos últimos aparecen "discriminación", "dictadura", "opresión" y "apartheid".
En la introducción del libro, las autoras advierten que "tal como existen muchas y distintas realidades, también lo son las palabras que usamos cotidianamente para nombrarlas". Y agregan: "Claramente, el peligro no radica en estas diferencias, sino en cómo utilizamos esas palabras: pueden reforzar un prejuicio o acoger una diferencia; dividirnos o agruparnos bajo los mismos intereses; invisibilizarnos o darnos una nueva voz".
Ángeles Quinteros, quien estudió Derecho pero también es una experimentada editora de literatura infantil y juvenil, cuenta que uno de sus principales motivos para escribir esta obra fue el ver que muchos niños parecen asumir la postura política de sus padres y de los adultos que tienen a su alrededor. Los menores, según ha observado, tienden a repetir los mismos discursos que han escuchado una y otra vez en sus casas, sin contar con argumentos que les permitan cuestionar o matizar esos planteamientos.
"A mí me pasa que tengo una sobrina que es chica y que ha sido educada en un ambiente muy de derecha, y ella misma ahora habla como una persona de derecha, así que en ese sentido tal vez llegué un poco tarde. Pero sí me parece importante que ella y en general todos los niños tengan acceso a otras fuentes de información que sean más neutras, y que ojalá no correspondan a una sola tendencia política", relata.
¿Cuál es tu palabra favorita, de entre todas las que aparecen explicadas en el libro?
Mi favorita es "revolución". En el libro la definimos como "una chispa encendida por el descontento que muchas personas han vivido por demasiado tiempo". Y también decimos que, como toda chispa, "a veces puede causar un incendio violento… o puede generar profundos cambios en la sociedad cuando existen injusticias".
Es una palabra interesante, aunque a muchas personas les da miedo hablar de revolución o incluso pensar en ella.
Precisamente por eso elegí esa palabra, para incluirla en este libro, porque grafica muy bien el hecho de que las palabras no tienen un solo significado. Todo depende mucho de quién la use, cómo y en qué contexto, y por eso también las palabras a veces crean malentendidos, cuando son mal empleadas. Y en el caso de "revolución", la palabra asusta a mucha gente, por toda la sangre que se ha derramado en las revoluciones, pero esas revoluciones, muchas veces, generan cambios sociales importantes. Como decía mi abuela: "para hacer tortillas hay que quebrar huevos".