Familias penquistas dejan los gustitos por culpa de las alzas
Experta proyectó una baja en la demanda por bienes de diversión y de lujo. Ciudadanos dan testimonios de ahorro.
Las alzas en las cuentas de los servicios domiciliarios y de la canasta básica ha obligado a las familias penquistas a priorizar gastos y a dejar de lado algunos gustitos.
Tania Martínez reside en Chiguayante y señaló que en los últimos meses han existido cambios en su vida económica.
"Me cambié de Isapre a Fonasa. Rebajé mi plan de Internet, aunque me mejoraron el servicio al mismo tiempo. Ya no salimos tanto a comer, en realidad, casi nada. De hecho, el mes pasado nos quedamos en casa y yo creo que pasará lo mismo ahora", dijo.
Álvaro Muñoz, vecino de Las Salinas (Talcahuano), señaló por su parte que "lo principal ha sido comprar solo los productos de primera necesidad y no gastar más de lo que ya estaba acostumbrado. Por ejemplo, un lavalozas que antes valía $2.500 ahora está a $4.000. En ese caso, lo que hago es comprar el mismo producto pero con otra marca que cueste $2.500. Algo parecido me pasa con la leche. Antes nos dábamos un gusto y gastaba en leche con chocolate, pero ahora está $500 pesos más cara y ya no pago por ello".
Añadió que "intento usar menos el auto y también eliminé mi cuenta de Amazon Prime".
Carlos Concha, vecino de Brisa del Sol (Talcahuano), indicó que "antes salíamos a comer afuera los fines de semana, pero ahora ya no. Las vacaciones fueron más cortas este año y estoy atrasado en varias cuentas, lo que me tiene fregado porque jamás me habían llamado para cobrarme deudas. No pensé que me fuera a pasar".
Ernestina Gatica, presidenta de la Junta de Vecinos de la población Pedro del Río Zañartu (Concepción), señaló que "compramos menos o bajamos de calidad en los productos, porque hay que establecer prioridades. Entre pagar cable o darse lujos de viajes o gastos que no son básicos ni necesarios, hay que dejarlos de lado. Las cuentas básicas y la alimentación ha subido. También la leña y la bencina están por las nubes".
Finalmente, indicó que "están ocupando más los negocios de barrio y comprando la cantidad justa. En vez de comprar pan, hay gente que está haciéndolo. Carnes ya casi ni se compran, solo lo necesario. En síntesis, está todo caro".
Experta
Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián (USS), señaló que "el aumento del costo de la vida es innegable en estos tiempos, lo que veremos reflejado posiblemente en una disminución en la demanda de bienes de lujo o de diversión".
Finalmente, indicó que "es necesario dejar claro que todos los individuos respondemos de manera distinta a este cambio en los precios y que no sólo depende de la variación, sino también del ingreso que tengamos disponible para consumir. Lo recomendable hoy es priorizar las necesidades, actuar de una manera racional, optimizando nuestro presupuesto al máximo. En ese sentido, es importante que nos preguntemos a la hora de comprar si es un bien necesario de adquirir en esos momentos, ya que contar con las mismas condiciones de vida y adquirir los mismos bienes que antes es cada vez menos posible, por el alza de los precios y las constantes presiones inflacionarias".
"Lo recomendable es priorizar las necesidades y optimizar nuestro presupuesto al máximo".
Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial USS