Carolina Collins
Después de más de diez años trabajando su proyecto como solista, Natisú (38) finalmente se decidió a soltar sus aprehensiones respecto a los premios y postuló con su tercer disco, "Hay un fuego" (2021) a los Premios Pulsar. Y resultó nominada en dos categorías: álbum del año y mejor artista pop. Y aunque ganó Camila Moreno, está contenta de haber sido destacada en una industria en la que "las plataformas de visibilidad para la música chilena, incluso la masiva, son muy pocas".
Aunque un año antes sí ganó, cuando recibió el premio a la mejor productora musical, transformándose en la primera mujer en recibir ese galardón.
Natisú es el seudónimo que tomó Natalia Suazo, quien en 2011 hizo su debut con "Deshabitar", al que siguió "La historia" (2014) y en noviembre del año pasado "Hay un fuego", que aunque lleva meses promocionándolo, lanzará oficialmente en un concierto el próximo 30 de junio en la Sala Ceina. Y tiene planes de llevarlo al extranjero entre julio y agosto próximo.
"Siempre me preguntan por qué no hago giras, y claro, para mí es súper difícil hacer giras en Chile porque como tenemos poquita audiencia la venta de entradas es muy difícil", explica la artista. "Y curiosamente siempre me ha sido un poco más fácil tocar afuera porque generalmente me invitan o hay recursos para eso", agrega.
¿Qué lugar tiene en tu carrera "Hay un fuego"?
Es un disco donde siento que alcancé un nivel de composición y sonoridad al que quería llegar hace mucho tiempo. Si bien "La historia", mi disco anterior, me gusta muchísimo, en "Hay un fuego" siento que alcancé un punto evolutivo interno al que quería llegar desde que empecé este proyecto. Y también creo que de a poquitito me ha dado una entrada al mundo del pop, pero desde lo alternativo y quizás más experimental. Lo que es muy novedoso porque sé que el mundo del pop permite músicas más amables o más oreja, y yo sé que mi disco no lo es. Me gusta mucho Björk, que si bien es súper alternativa, es muy pop también. Siento que en este disco logro esta combinación de esos dos mundos. Y también ha sido el disco que me ha traído más reconocimiento, así que estoy muy contenta.
¿Qué significa para ti haber estado nominada en dos categorías de los Premios Pulsar'?
Hace unos años todo el tema de los premios me generaba un poco de ruido, de hecho nunca postulé a los Pulsar por lo mismo, porque mi pensamiento antes era que los premios fomentan la competitividad y para mí ese es un rasgo muy neoliberal. Pero mi apreciación de los premios ha ido cambiando. La premiación de música chilena más que querer premiar a quién le fue mejor en términos de productividad, también es un intento de la industria, en este caso de la SCD, de visibilizar y reconocer el valor del trabajo del artista. Trato de verlo por ese lado para que no me haga ruido y me haga sentido.
¿Qué piensas del panorama actual de la industria?
Una parte mía lo ve como algo bueno, porque genera crecimiento. El lado no tan bueno, o quizás menos beneficioso para artistas como yo que somos bien de nicho, estamos en desventaja, porque la industria, y sobre todo las plataformas de streaming, premian mucho más a personas que sacan canciones semanales, ¡semanales! Que a alguien como yo que saca un disco cada tres o seis años. Yo lo veo como que estoy creando una obra, que para nada creo que sea la forma correcta, es lo que me pasa no más. Entonces sucede que la música que se hace así de rápida, como el trap o la música urbana, se lo come un poco todo. Es un tema difícil, también a veces me alegra, Dua Lipa hablando de Polimá Westcoast y poniendo en el mapa la música chilena, bacán, me alegra, pero claro, hay una parte mía que es como 'bueno, detrás de todo eso hay miles de músiques haciendo cosas increíbles que jamás van a tener ese nivel de visibilidad'.