Pablo Martínez Tizka
Como una manera de conectar más con los penquistas, hermosear la ciudad y potenciar el arte de la región, locales de Concepción decidieron invertir y dar la posibilidad de llevar a cabo proyectos de pintura y muralismo.
Dos ejemplos de ello son la Pastelería Roggendorf ubicada en Los Carrera con Vilumilla y las diferentes sedes de la Fuente Alemana.
Integrantes de ambas empresas recordaron los momentos en que se confeccionaron estas obras de arte y lo que ha significado para los locales.
Roggendorf
Helga Roggendorf, encargada de los locales Roggendorf en Concepción, contó que el mural en Los Carrera se llevó a cabo en 2012.
"Dejamos la pared blanca y decidimos hacer algo bonito. A mi padre se le ocurrió la idea. Recordamos la ceremonia de inauguración que fue muy bonita. Tenemos muy buenos recuerdos", dijo a La Estrella.
Indicó que "lo que se quería mostrar era la unión de las calles Vilumilla con Los Carrera y plasmar aquello. El bosquejo inicial fue de la arquitecta Karin Ernst y el trabajo fue del artista Omar Ancapan".
Sobre la recepción del público, Roggendorf dijo que "la mayoría de la gente lo apreció mucho, varias personas tomaban fotos. No obstante, lamentablemente algunas veces hubo personas que hicieron desastres y han existido deterioros con el paso del tiempo, pero el mural continúa en el mismo lugar".
Omar Ancapan, artista de este mural, indicó que " la idea fue del dueño y el objetivo fue expresar la unión de las calles Los Carrera con Vilumilla, así como expresar la historia de estos personajes".
Añadió que "fue un trabajo de ocho meses con mucho estudio y con el fin de representar a los personajes de la manera más fiel posible en cuanto a las vestimentas, la forma y la expresión. Fue difícil porque tiene hartos detalles faciales, corporales y proporcionales".
Fuente alemana
Juan Carlos Saka, dueño de la Fuente Alemana, contó la historia de los murales en las sedes que hay.
"Esto fue una idea que nació cerca de 2017 y que no tiene relación con el estallido social. Simplemente se nos ocurrió porque las rejas de los locales son tan feas y queríamos contar una historia y un espacio urbano que la gente pudiera identificar", dijo.
Unir a Concepción con su gente fue una idea central. "Tenemos tres murales, el de O'Higgins que evoca a la vida estudiantil universitaria, de aquellas generaciones que han pasado por ese local. También está el pájaro de siete colores y los puentes".
Sobre la recepción de la gente, Saka dijo que "sin querer queriendo nos protegió durante el estallido social. Muchas personas se sacaron fotos. La única vez que hubo un rallado fue que pintaron un ojo rojo".
Finalmente, señaló que "el trabajo fue del artista Ren. Estos murales nos enorgullecen, el público los respeta y creo que ha significado propulsar que más locales apliquen iniciativas. En nuestro caso, la idea fue no solo contar una historia, sino también tender un puente de la comunidad con la historia de la Fuente Alemana", cerró.
2 ejemplos como la Pastelería Roggendorf y la Fuente Alemana han potenciado el arte.