Natividad Espinoza R.
Crear una vacuna eficaz contra el cáncer ha sido uno de los grandes sueños que por décadas ha perseguido la ciencia, pero sin mucho éxito. No obstante, el panorama podría cambiar, ya que ahora investigadores de la Universidad de Tufts (EE.UU.) desarrollaron una inyección que, al menos en ratones, elimina tumores y previene su reaparición.
La nueva vacuna funciona de forma similar a las vacunas contra el covid-19 de Pfizer y Moderna, que liberan ARNm en pequeñas burbujas de lípidos, que luego se fusionan con las células del cuerpo, lo que les permite "leer" el ARN mensajero (ARNm) y producir antígenos virales, pequeños fragmentos del virus que activan el sistema inmunológico.
La vacuna contra el cáncer también libera ARNm en pequeñas burbujas, pero el ARNm codifica los antígenos que se encuentran en las células cancerosas, y las burbujas, llamadas nanopartículas lipídicas, pueden concentrarse en el sistema linfático, donde se "entrenan" las células inmunitarias para que la respuesta sea más potente.
"Estamos desarrollando la próxima generación de vacunas de ARNm usando tecnología de administración de nanopartículas de lípidos, con la capacidad de atacar órganos y tejidos específicos", dijo Qiaobing Xu, profesor de ingeniería biomédica y autor principal del estudio.
"Apuntar al sistema linfático nos ayudó a superar muchos de los desafíos que han enfrentado otros en el desarrollo de una vacuna contra el cáncer", agregó.
Los resultados
Más de 20 vacunas contra el cáncer de ARNm se han inscrito en ensayos clínicos hasta hoy, pero generalmente gran parte del ARNm termina en el hígado. Si bien los antígenos producidos en el hígado pueden inducir una respuesta inmunitaria, sigue habiendo riesgo de inflamación y daño hepático. La respuesta podría ser más efectiva si una mayor parte de la vacuna se dirigiera al sistema linfático, donde las células B, las células T y otras del sistema inmune se concentran y aprenden a combatir a los intrusos no deseados.
Los ratones con melanoma metastásico tratados con la vacuna de Tufts dirigida a la linfa mostraron una inhibición significativa de los tumores y una tasa del 40% de respuesta completa (sin tumores) sin recurrencia a largo plazo cuando se combinó con otra terapia que ayuda a evitar que las células cancerosas supriman una respuesta inmune.
Todos los ratones que estaban en remisión completa impidieron la formación de nuevos tumores cuando se inyectaron luego con células tumorales metastásicas. Es decir, la vacuna llevó a una excelente memoria inmunológica.
"Las vacunas contra el cáncer siempre han sido un desafío porque los antígenos tumorales no siempre se ven tan 'extraños' como los de virus y bacterias, y los tumores pueden inhibir activamente la respuesta inmunitaria", dijo Jinjin Chen, investigador del equipo de Xu.