Leo Riquelme

Sin la participación del Gobierno, tal como exigía la oposición, ayer los partidos políticos con representación parlamentaria retomaron las conversaciones en el Congreso Nacional para impulsar un reforma que le dé continuidad al proceso constituyente, lo que ayer no tuvo humo blanco.

Tras el encuentro, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Álvaro Elizalde (PS) y Raúl Soto (PPD), comentaron que para evitar problemas como los de la semana pasada, los partidos definieron que no comunicarán avances hasta que esté el "acuerdo pleno" y sellado en cada punto.

"No podemos ir adelantando puntos de entendimientos (...) Todavía estamos lejos y yo esperaría que prime una actitud más constructiva aún en las dos reuniones de la próxima semana", dijo el senador, aludiendo a las convenidas para el jueves y viernes.

Las colectividades llegaron con propuestas concretas ayer. La única que no era conocida hasta ayer era la de Chile Vamos, que la reveló antes de entrar al encuentro. Para la próxima semana se acordó que cada conglomerado entregará contrapropuestas a las presentadas.

Aludiendo al 62% que rechazó el texto de la Convención, el documento de RN, la UDI y Evópoli habla de establecer "mínimos comunes" que deberían plantearse como "principios del proceso constitucional".

El paquete menciona la "unidad del Estado de Chile"; la existencia de tres poderes autónomos e independientes; un Congreso bicameral con Cámara de Diputados y Senado; y la protección del derecho a la vida, del medio ambiente, de la propiedad, "haciéndola extensiva a los fondos previsionales y al aprovechamiento de las aguas".

Además, exige "la consagración expresa de Carabineros y las fuerzas de orden, en general, en un título autónomo; la protección del derecho a elegir en materia educacional, de salud y previsional; y la protección de un Banco Central autónomo".

Como eje, el conglomerado opositor menciona que una nueva constitución refrende "un Estado Social de derecho, con énfasis en el fortalecimiento de los derechos sociales, pero resguardando siempre la igualdad ante la ley y la libertad de las personas".

En el oficialismo recibieron con resquemores la propuesta. "Regular ciertos contenidos es discutible", dijo el diputado de CS, Diego Ibáñez. Su par de RD, Catalina Pérez, comentó que le parecía "bien" que se planteen ciertos bordes al debate, pero añadió que "estamos en el límite de que se quiera redactar aquí una nueva constitución".

Crítica y el presidente

En la oposición insistieron en el rol de "observante" que le demandan al Gobierno, al que le exigieron que se ocupe de atender las urgencias sociales en lugar de priorizar su atención en el nuevo proceso.

Desde Nueva York, el Presidente Gabriel Boric respondió que "como Gobierno tenemos absolutamente claro que nuestra prioridad es enfrentar las urgencias que tienen los chilenos. Y es por eso que tanto por el Presupuesto, que se presenta en dos semanas, como mediante gestión y gobernanza vamos a abordar con principal énfasis la seguridad, el alza del costo de la vida, las listas de espera, el tema de vivienda. En eso no tengan dudas, vamos a estar en la misma página y ojalá contemos con la colaboración de todos los sectores para abordar estos temas que son de interés nacional".

Antes, el mandatario fue consultado sobre sus dichos del día anterior, cuando se mostró de acuerdo con impulsar una nueva constitución "más general" y que no aborde "cada una de las demandas identitarias que existen en la sociedad", como se le achacó al texto entregado por la Convención.

Ayer comentó que "tenemos que aprender de las experiencias que hemos tenido. Creo que sería un error de mi parte en este momento el tratar de especificar eso, por que esta justamente en discusión en el Congreso".

Y sobre los eventuales "bordes", planteó que cree "importante que no se le quite soberanía a la Convención, al órgano electo que termine decidiendo aquello, pero que todos tengan claro de que hay elementos como, por ejemplo, la paridad, el carácter de república, el respeto a los DD.HH. y algunos otros que se puedan discutir ahí, en los que no quiero adelantarme porque es parte de la discusión en el Congreso (...) Yo espero que ojalá lleguemos a buen puerto pronto, porque Chile necesita certidumbre".

A diferencia de lo ocurrido ayer, para el jueves de la próxima semana los partidos sí aceptaron que el Ejecutivo retorne a la mesa, en calidad de observante, para lo que asistirá la secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte.