Diego Gotelli C.

Con múltiples impactos de bala quedó un local comercial de Pudahuel que la noche del martes fue escenario de un mortal tiroteo en el que falleció un niño de 12 años.

El hecho ocurrió cerca de las 22.00 horas, cuando un grupo de delincuentes llegó a bordo de un vehículo hasta el frontis del recinto, ubicado en calle Lucero, donde comenzó a percutar una serie de disparos contra el inmueble.

A esa hora el recinto estaba con sus puertas cerradas y en su interior se encontraban dos hermano, de 18 y 12 años de edad. Iniciado el tiroteo, uno de los proyectiles traspasó las maderas que refuerzan la reja del local e impactó al menor de los adolescentes.

Aunque información preliminar entregada por la policía apuntaba a que el lugar sería la casa donde viven los hermanos, con el avance de la indatoria desde la Fiscalía Occidente corroboraron que se trataría de una botillería de propiedad de sus familiares.

El fiscal Pablo Sabaj detalló que los antisociales dispararon al menos 16 tiros contra el local, uno de los cuales impactó en el torax al niño de 12 años, quien murió en el lugar.

"Su hermano dice que lo único que vio fue a su hermano desvanecerse", contó una tía de la víctima.

El menor fue llevado a un recinto asistencial cercano, donde se certificó su deceso.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo estar conmocionada por el crimen, y anunció querella.

"Su muerte pudo haber sido la de cualquiera de nuestros hijos si hubiera estado acá. No lo podemos tolerar", dijo durante el lanzamiento de una campaña preventivaque había sido convocado en una plaza de la comuna, situada frente al colegio donde estudiaba el niño.

La autoridad afirmó que hay imágenes que permitirían avanzar en dar con los autores del ataque, el que dice pareciera ser obra de una banda organizada, "de aquellas que ocupan estas tácticas para amedrentar, vengarse".

Un pariente del menor negó que el tiroteo se deba a un ajuste de cuentas, algo que indaga Carabineros.

D. G. C.

Un mes después de realizados los exámenes, la Cámara de Diputados informó que ninguno de los parlamentarios que se sometieron al primer test de drogas en la corporación arrojaron resultados positivos.

Fueron 78 los congresistas, la mitad de los presentes en la Cámara Baja, los que por sorteo debieron someterse a la prueba para detectar si infringían el reglamento de prevención de consumo indebido de estupefacientes, tal como dicta una inédita norma aprobada por los parlamentarios.

El examen fue realizado entre el 22 de agosto y el 5 de septiembre en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, donde a los parlamentarios les extrajeron muestras de pelo.

Un proceso que no fue simple para todos, pues el diputado Leonidas Romero contó que en su test debieron buscar alternativas ante su carencia de cabello. Como opción dijo que se analizó usar su vello púbico, pero finalmente se optó por el de sus axilas. "Tenía suficiente pelo, me las dejaron limpiecitas", comentó.

Tras analizar las muestras ayer la Cámara informó que ninguno de los examinados infringía el reglamento antidrogas. Ello pese a que algunos reconocieron un consumo de marihuana. "Soy fumadora recreativa y medicinal", tuiteó Emilia Schneider, quien salió negativa.

En los resultados se constató que tres sorteados no se hicieron el test: Marisela Santibáñez (PC), Clara Sagardia (ind-FA) y Jorge Durán (RN).

El último no se refirió a su ausencia, mientras que las dos oficialistas lo justificaron en sus críticas al reglamento, que -acusan- vulnera derechos y que las llevó con otras parlamentarias a presentar un recurso de protección.