A mediados del Siglo XX en Chile, aún se veían reflejados los impactos del terremoto de 1939 que sacudió Chillán y Concepción y los efectos que nos dejó la post guerra en el mundo. A causa de esto, el Estado implementó un modelo de modernización nacional que necesitaba impulsar y hacer crecer la actividad industrial para el desarrollo económico y social del país.

Es así, que, a través de la Corfo, se impulsó una serie de proyectos para inversión privada. Con ello se intentó apoyar a diversos sectores de la industria a través de subvenciones y créditos a bajo costo y se buscó potenciar la producción nacional y consolidar las políticas de sustitución de importaciones, cosa que ya se venía realizando especialmente para los bienes de capital a partir de la década de 1940.

En este escenario, la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (Cmpc) en 1951 tomó la decisión de construir una fábrica de papel y otra de celulosa en el sur de Chile, iniciando con ello la búsqueda de terrenos para el desarrollo de ambas plantas industriales. En la decisión sobre su emplazamiento jugaron varios factores a favor para que se decidiera finalmente por Laja y por lo que hoy se conoce como la comuna de San Pedro de la Paz.

Al lado del biobío

Emplazado en la mitad de la franja industrial costera, de lo que hoy es el Gran Concepción, San Pedro, al igual que Laja, ofrecía una ubicación estratégica. Ambas ciudades aprovechaban la confluencia de los ríos Laja y Biobío, poseían líneas férreas fundamentales para el transporte y recursos naturales vitales como el agua, además de la cercanía a plantaciones de bosques. En el caso de San Pedro, poseía también la interconectividad que le entregaba el puente ferroviario inaugurado en 1891 y el puente carretero inaugurado en 1943, lo que permitía unir ambas riberas del río.

En el plano forestal, ya en 1940, la Papelera dio un paso importante al adquirir el fundo Los Pinares, cerca de Concepción, y las primeras plantaciones de pino radiata de la región.

La ubicación cercana a la desembocadura del río Biobío constituyó un recurso indispensable para la actividad industrial, no solamente para la Papelera, sino que para una serie de industrias estatales, privadas y mixtas, que se agruparon a su alrededor, a modo de cordón industrial, constituido también por Huachipato, Enap y las primeras cementeras, por nombrar algunas. Todas ellas trascendentales para el desarrollo nacional y regional de la época.

La Papelera inició su construcción en 1953 y sus operaciones en San Pedro en 1957. Junto con ello, comenzó el traslado de operarios desde la planta de Puente Alto ubicada en Santiago hacia San Pedro, el cual en esa época pertenecía a Coronel.

Las instalaciones fueron concebidas como un enclave de autonomía limitada, con espacio definido. Se trató de un conjunto relativamente modesto en su superficie, aunque con infraestructura básica suficiente como para caracterizar un barrio. Estaba enmarcada por el río Biobío, por el norte; la línea férrea y el antiguo camino a Coronel -hoy avenida Pedro Aguirre Cerda- por el sur; terrenos de Ferrocarriles del Estado, por el este, y el sector de Huertos Familiares, por el Oeste.

Fue la primera planta productora de papel de impresión en Chile, para consumo interno y que además se vendía en el extranjero.

Barrio

Con ello, jugó un rol importante en las transformaciones ocurridas en el territorio de la ribera sur del río Biobío, sobre todo desde el punto de vista urbano. Así, se generó una concentración residencial, producto de dichas instalaciones, debido a la oferta laboral y de vivienda que brindaba tanto la Papelera como otras empresas relacionadas al mismo cordón industrial del Biobío en la localidad sampedrina.

En la Región se fue tejiendo un complejo industrial, ligado a la cercanía del río, que trascendió la economía regional y nacional, y que se cimentó, principalmente, con el desarrollo siderúrgico en Talcahuano a partir de 1950, y en el ámbito forestal y maderero en San Pedro de la Paz, con la presencia de plantaciones forestales, la Papelera y el Aserradero San Pedro en los años venideros.

Todo lo anterior transformó la zona de la intercomuna de Concepción en un nuevo centro de desarrollo alternativo a Santiago.

La papelera, con el tiempo fue cambiando de dueños entre los que destacan Norske Skog, de capitales noruegos, y BO Paper, la que cerró sus actividades productivas, debido a la crisis del papel a nivel mundial, el 12 de enero de 2021. Terminando con ello, una larga tradición papelera de San Pedro de la Paz.

"En la decisión sobre su emplazamiento jugaron varios factores a favor para que se decidiera por Laja y por lo que hoy se conoce como San Pedro"