La Mochita y su larga historia junto al Biobío
Se trata de un espacio en el que vivieron algunos de los antiguos habitantes de la Isla Mocha y que con el paso del tiempo fue dejando en evidencia testimonios de un pasado desconocido para muchos habitantes de Concepción.
Al lugar donde están emplazados los estanques y la planta elevadora de agua potable de Concepción, se le conoce como La Mochita. Es sabido que cuando la ciudad se trasladó desde el valle de Penco a su actual ubicación, este se le conocía como el valle de Rozas o el valle de la Mocha.
La isla Mocha, ubicada en el Pacífico frente a las costas de Arauco en nuestra región, fue durante los siglos XVI y XVII el cuartel general de los más conocidos piratas y corsarios que rondaban la zona del Pacífico Sur. Gracias a su ubicación y fertilidad era un lugar propicio para sus escaramuzas marítimas.
En una de sus caletas estuvo anclado el "Golden Hind", el famoso barco de Francis Drake, el segundo en dar la vuelta al mundo. Este llegó a fines de noviembre de 1578 a la isla y se cuenta que fue ahí donde se enfrentó con los indígenas que la habitaban y que recibió un golpe en la cabeza y un flechazo en la mejilla debajo del ojo derecho. También estuvieron allí Thomas Cavendish, Richard Hawkins y los holandeses Simón de Cordes (que la visitó en 1599), Oliver van Noort, Joris van Spilbergen y Edwards Davis, quien dirigió una de las más extensas explotaciones comerciales de la piratería.
A fines del siglo XVII, el gobernador de Chile, José de Garro, el mismo que mandó a edificar el fuerte "La Planchada" en Penco, envió a trasladar una expedición militar a la isla con el fin de cortar los suministros a los piratas y corsarios que asolaban las costas chilenas en la época. Al mando de la expedición estuvo el maestre de campo Jerónimo de Quiroga, el que llevaba la misión de arrasar todos los cultivos y traer a todos los indígenas que en ella vivían.
En marzo de 1685, Quiroga cumplió la orden y 710 isleños fueron trasladados en buques y balsas, desembarcados en Penco y llevados a una misión jesuita organizada especialmente para ellos, la que estaba ubicada a orillas del Biobío, en el antiguo barrio de Aguas de las Niñas, hoy Pedro de Valdivia. Dos años más tarde, se repitió la expedición sacando a los indígenas que habían logrado esconderse de la misión anterior en los bosques y quebradas de la isla.
La capilla de la misión de los jesuitas estaba junto al cerro, frente a la isleta. La capilla funcionó hasta 1870.
Para 1697 no quedaba ningún indígena de aquella misión en territorio continental. Se desconoce la suerte de los mochinos y no hay documento que explique la causa de porqué se diezmaron. Una de las tesis existentes, es que, al fallecer vecinos de la ciudad de Concepción por causas de alguna peste, las vestimentas de los difuntos, eran donadas a la misión, con lo cual, la enfermedad contagiaba a los residentes de la misión.
En las quintas que fueron comunes durante la primera mitad del Siglo XX en el sector, se encontraron frecuentemente restos humanos enterrados en forma de un cementerio cristiano. Estos restos fueron los últimos vestigios de los mochinos trasplantados al continente. Fueron ellos los que dieron motivo a la denominación de "La misión de la Mocha" que los sacerdotes de la Compañía de Jesús colocaron bajo la advocación de San José.
En el 2016, con la construcción de la Catedral Mormona, se encontraron restos en la excavación de los cimientos, que el director del museo de Historia Natural de Concepción, lo atribuyó a restos indígenas de la antigua misión de San José de la Mocha, existente en el lugar en el Siglo XVII.
Este es el origen de la denominación que se generalizó en todo el emplazamiento actual de la ciudad y que todavía subsiste, el de llamar a la antigua isleta contigua con el nombre de "La Mochita".