Historia de la Escuela Agrícola de Concepción
El establecimiento, que estaba ubicado en lo que actualmente se conoce como sector Collao, impartía diversas materias relativas a la agricultura. El recinto tuvo un gran prestigio hacia fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX.
La Escuela Agrícola, fue un establecimiento llamado a servir en la enseñanza, labor y fomento agrícola en Concepción a fines del siglo XIX y hasta las primeras décadas del siglo XX.
Fundada en 1881, se demoró cinco años en obtener el carácter de provisional el 15 de mayo de 1886, bajo la dirección del doctor Kristein. Se instaló en la propiedad situada al noroeste de Concepción, con terrenos a ambos lados del camino llamado de "Puchacai", colindando al frente con la antigua prolongación de calle Barros Arana, a la altura de la calle Curapalihue, hacia el norte hasta deslindar con el río Andalién.
Esta instalación tuvo el carácter de provisional, ya que sirvió solo para iniciar la formación de la Escuela, ya que la configuración topográfica del terreno, así como su constitución física y química eran inadecuadas para establecer el plantel educacional, considerando, además, que no eran terrenos regados. Su única ventaja, era la de estar cerca de la ciudad, pero carecía de edificios, cierros y otros enseres necesarios.
Sus objetivos
Un año más tarde, el 25 de agosto de 1887, se dictó el primer reglamento general para las Escuelas Prácticas de Agricultura, que comprendió en él la escuela de Concepción. El documento establecía que estas escuelas tenían por objeto formar trabajadores idóneos en todas las operaciones de una explotación agrícola. La enseñanza debía consistir en una "práctica razonada", es decir, debía ser manual y teórica. Su enseñanza era gratuita, como en todos los establecimientos fiscales de la República de la época. Su personal se componía del director, un inspector y los jefes de sección.
Contó con una Comisión de Vigilancia establecida, que tenía a su cargo la fiscalización de la labor del personal y la administración de fondos y era, además, el intermediario obligado para la tramitación de la correspondencia oficial entre la Dirección y el Consejo de Enseñanza Agrícola que tenía su asiento en Santiago, y al cual estaban subordinados todos los establecimientos de enseñanza agrícola del país.
Contaba con un internado y medio pupilaje. Los alumnos que ingresaban debían cumplir como requisito mínimo el tener al menos 15 años, saber leer y escribir correctamente, y tener nociones de aritmética.
El primer reglamento interno para esta escuela estableció que la enseñanza práctica fue distribuida en cuatro secciones. Arboricultura y horticultura, viña y bodega; cultivos generales e industrias animales, establos, lechería, porqueriza y aves de corral, colmenar y piscicultura. La duración de los estudios era de tres años, y poseía 40 becas disponibles para los alumnos.
Junto con lo anterior, se creó anexo a la escuela una estación meteorológica y un laboratorio de química agrícola, el que tenía por objeto hacer observaciones meteorológicas del lugar, efectuar ensayos y análisis químicos encomendados por las autoridades públicas.
Comienzo del trabajo
El 9 de septiembre del mismo año se creó el Consejo de Enseñanza Técnica, que sustituyó al Consejo de Enseñanza Agrícola existente, y que tuvo más atribuciones que su antecesor. En él, los establecimientos de enseñanza agrícola quedan a su subordinación junto con todos los establecimientos de instrucción dependientes del ministerio de Industria.
Un mes después, el 9 de octubre de 1887 se da por inaugurada oficialmente la Escuela Agrícola de Concepción, la que funcionó en su primer local por espacio de 10 años hasta 1896, fecha en que el gobierno adquirió una nueva propiedad en el "camino de Puchacai" aproximadamente un kilómetro más afuera de la primera ubicación, en la propiedad que perteneció a Miguel Ignacio Collao.
En su nueva instalación, la escuela funcionó hasta la década de 1930. Allí dispuso de una superficie de 59 hectáreas completamente planas, salvo una pequeña prominencia de tierra en el centro, poblada con pinos y eucaliptus que ocupaba muy poco espacio y que se mantuvo tal cual. Los terrenos eran regables en toda su extensión, ya que deslindaban en su mayor parte con el Estero Nonguén, de donde captaban las aguas para el regadío.
Para asegurar la propiedad, ya que deslindaba por el norte con el camino de Puchacai, muy traficado al ser un camino público, se cercó, y del mismo modo se dividió el terreno para formar los potreros y avenidas. Junto con ello se inició la construcción del edificio principal, galpones para maquinarias y establos. Al cabo de 8 años estuvo en condiciones para los fines a que estaba destinada.
La escuela prestó servicios a la agricultura local y a la ciudad. En 1898 inició la publicación de un boletín agrícola mensual para mantener al día a los agricultores en dicha ciencia y realizar con ello obras de fomento y progreso.
Su emplazamiento sirvió de lugar para dos importantes exposiciones agrícolas, la primera en 1898 y la segunda en 1904, así como un concurso en 1900, organizados por la escuela y con el auspicio de la Sociedad Agrícola del Sur. Obtuvo numerosos premios por sus productos y reproductores exhibidos, entre las que destaca su participación en la exposición internacional de Búfalo, donde asistieron con productos vegetales donde fue acreedora a varios premios.
Entre otras cosas, la escuela contó con un jardín zoológico en el que mantuvo diversas especies de animales oriundos de Chile y de otros países y un parque donde cultivó variedades forestales y ornamentales originarias del país y del extranjero.