Nicolás Labra G.
Delirio total en el Stade de Vélodrome. El Olympique de Marsella se anotó un triunfo notable con Alexis Sánchez como protagonista al vencer 2-1 al Paris Saint-Germain por los octavos de final de la Copa de Francia, llaves que se juegan a partido único, y donde la localía del Marsella, empujada por una hinchada ferviente y una presión extrema al rival, especialmente en el primer lapso, fueron la mezcla perfecta para el triunfo que los instala entre los ocho clasificados.
Y es que en el primer lapso el Marsella fue un torbellino que durante más de media hora ahogó a un PSG sin respuestas en la salida y dependiente de las acciones individuales que pudieran generar entre Lionel Messi y Neymar. Presión que en 20 minutos ya había generado cuatro chances claras para el Marsella con tiros de Jordan Veretout, Cengiz Under y un manotazo notable de Gianluigi Donnarumma, un rebote en el defensa Marquinhos que casi se coló en el arco visitante y un zurdazo de Sead Kolasinac que casi se cuela en el palo izquierdo.
Le faltaba la última puntada al Marsella y la chance precisa llegó a la media hora con una escapada de Under por la banda derecha que se llevó en velocidad a Sergio Ramos y el español lo bajó al bulto en el área chica, penal que cobró con frialdad Sánchez para su décimo tanto de la temporada.
Bajó un poco la intensidad el Marsella y un equipo del calibre del PSG no perdonó. Al cierre del primer lapso, Neymar centró el córner y Ramos conectó de cabeza para igualar, resultado inmerecido dado lo visto en cancha. Pero el Marsella no cejó en su idea y, sin amilanarse, encontró premio justo al 58' con un zurdazo espectacular de Ruslan Malinovskyi al palo derecho.
Con la victoria parcial, el desgaste y dos amarillas, el Marsella tendió a replegarse un poco por el cansancio y sufrió con los embates parisinos, especialmente en los descuentos, cuando Ramos volvió a anotar de cabeza, pero en evidente offside, el último sufrimiento para un Marsella que celebró como si fuera la final.