Pablo Martínez Tizka
Más recursos económicos en favor del cultivo de mariscos es lo que la Federación de Pescadores Artesanales (Ferepa) Biobío, ante la poca actividad que existe en la actualidad.
El presidente de la federación, Pedro Pablo Cofré, marcó que desde el tsunami de 2010, esta labor ha ido en declive y existen muy pocas caletas que pueden tener este trabajo.
Como Sindicato de Pescadores N°1 de Dichato, antes del terremoto de 2010, tuvimos cultivos de mariscos como choritos, cholgas, ostras japonesas, entre otras, logrando un muy buen resultado, ya que las engordábamos y las vendíamos", contó.
No obstante, llegó la decadencia. "Vino el tsunami y todo eso se perdió. Tratamos de volver, pero no pudimos conseguir financiamiento para recuperar los cultivos", dijo.
En ese aspecto, Cofre dijo que hasta la actualidad no ha existido un retorno al desarrollo anterior al terremoto y que quienes se dedican al cultivo son casos excepcionales.
"No ha existido la voluntad de financiar, ya que existe un enfoque hacia proyectos de otro tipo. En mi opinión, el foco debiera ser, justamente, entregar recursos para seguir las líneas de cultivo ante la escasez de mariscos", dijo.
En ese sentido, recordó que "habíamos tenido una gran experiencia con las ostras japonesas, ppor ejemplo. Sin embargo, realizar esta actividad ahora es muy caro. Sin cosechas es imposible solventarse".
Respecto a las caletas que han podido continuar con esta labor, el presidente regional de Ferepa dijo que "Llico fue pionero con Dichato. Incluso en su momento tuvimos un proyecto hace años que nos había dado resultados positivos. Sin embargo, cada año se pone más difícil. La idea es tener más mariscos".
Otro ejemplo es Coliumo, de acuerdo con Cofré. "Ellos habían empezado con 25 personas que se dedicaban al cultivo de mariscos, pero ahora queda solo una con ostras japonesas".
Finalmente, reflexionó que "yo no diría que esta es una crisis de cultivo, pero sí que se necesitaría muchos más incentivos para los pescadores, a partir del financiamiento".
César Jorquera, pescador artesanal de San Vicente, señaló que "lo fome de todo es que el sector artesanal solo hace captura de semillas a nivel país. En el Biobío desconozco cómo está el tema respecto a los bivalvos, pero han existido buenos proyectos en otras regiones".
Asimismo, indicó que "nosotros estamos en desventaja con la pesca industrial. Ahí es algo en lo que hay que trabajar fuerte para que se pueda desarrollar. Esta sería una buena alternativa para las áreas de manejo que, dado las actuales condiciones de explotación, es complejo. Me encantaría que hubiera trabajo de acuicultura a pequeña escala".
Sara Garrido, alguera de Coliumo, sostuvo que hay dificultades en esta región para la acuicultura a pequeña escala.
"De acuerdo con los entendidos, las condiciones geográficas no son las más aptas para incorporar acuicultura en pequeña escala. Por ejemplo, más al sur hay trabajo con choritos, cholgas, entre otros, que son en aguas interiores", dijo.
Además, señaló que "hay ciertos sectores en donde podría existir alguna incorporación como en Coliumo o en la bahía de San Vicente. Recuerdo que Dichato tenía un área de manejo, pero al primer temporal volaron".
Finalmente, dijo que "incorporar engorda es muy complicado, incluso con las algas. Nosotros intentamos tener repoblamientos en la bahía de Coliumo, pero aún así teníamos que tener cuidado con las condiciones climáticas de ese entonces",
"El foco debiera ser entregar recursos para seguir las líneas de cultivo ante la escasez de mariscos".
Pedro Pablo Cofré
"Me encantaría que hubiera trabajo de acuicultura a pequeña escala en la región".
César Jorquera