Pablo Martínez Tizka
Vecinos y organizaciones medioambientales de San Pedro de la Paz señalaron que existe indolencia por parte de las autoridades ante la presencia de basura en el río Biobío, especialmente bajo los puentes Llacolén y Juan Pablo Segundo. Desechos domiciliarios, metales y árboles cortados, son algunos de los elementos mencionados por los habitantes de la zona.
"Desde arriba la gente baja y bota la basura debajo del puente. Hay una escalera al lado en donde la gente desciende para dejar los escombros, lo que ocurre hace bastante tiempo. También hay metales, debido a la presencia de autos", dijo Carlos Carrasco, presidente de la Junta de Vecinos Villa San Pedro.
"Ese es un sector donde hay vehículos estacionados y desarmados. Además, hay un corral con animales", añadió.
Soledad Burgos forma parte de la agrupación Amigos del Río Biobío y manifestó su preocupación por la presencia de basura cerca del cuerpo de agua y lamentó la disminución de su caudal. "Hemos estado pendientes de lo que ocurre en el Puente Juan Pablo Segundo hace un año, ya que vivimos cerca de ahí, en donde hemos visto microbasurales de forma constante, con basura domiciliaria y escombros. Hemos abordado esto e informado a la Dirección de Medio Ambiente del municipio de San Pedro, pero no hemos recibido respuesta hace dos meses, desde que cambiaron al director", sostuvo.
Si bien señaló que no ha ido últimamente al Puente Llacolén, indicó que "no dudo que esté pasando lo mismo. Si hay bajada de autos o trabajos de puente, era obvio que esto podía suceder".
Burgos marcó que "estamos juntando firmas con vecinos de Villa Spring Hill, Juan Pablo Segundo y Candelaria para pedir que las bajadas del río sean cerradas al tránsito vehicular. Pensamos que hay abandono histórico porque no hay fiscalización ag cuidado. La gente puede llegar, ir a botar basura, talar árboles o cazar aves y no pasa nada".
Desde la Municipalidad de San Pedro de la Paz no hubo respuesta a las consultas de La Estrella respecto a la situación del Puente Llacolén.
Por su parte, la concejala Paula Opazo señaló que "la municipalidad está sumamente quebrada porque no tenemos director de Medio Ambiente que fiscalice y no hay una coordinación porque no hay un administrador. Esto se debe abordar de forma integral con todas las direcciones, hasta Dideco, pero no se ha hecho ese trabajo mancomunado. Creo que falta una coordinación y un líder que encabece esto".