Temporal revivió el triste recuerdo de la catástrofe de 2006
Hace 17 años la región vivió uno de sus peores temporales. Parlamentarios y especialistas debaten qué hacer para evitar que se repitan dramas por lluvias.
El reciente temporal en la región, que se extendió con más fuerza hasta el domingo, es uno de los más potentes en los últimos años, específicamente desde el ocurrido en 2006, que fue bastante similar, pero más complejo.
Hace 17 años, según el detalle del Departamento de Protección Civil en septiembre del 2006, en la región del Biobío hubo aquella vez 51 mil 206 damnificados, lo que representó el 82% de la emergencia total del país. El punto principal del problema vino por la caída de 260 milímetros de agua en muy poco tiempo, solamente en 36 horas, lo que ayudó al incremento del caudal del río Biobío, lo que generó desbordes.
Asimismo, el informe del temporal de 2006 detalló que se registraron 21 fallecidos, 600 casas destruidas, más de 3 mil con daño mayor y 38 mil 151 con daños menores.
En el actual sistema frontal, en tanto, según informó la Dirección General de Aguas, solo en la Provincia de Concepción cayeron 165,8 milímetros de agua, mientras que en la de Biobío fueron 76,4 y en Arauco 92,8. A su vez, las autoridades regionales dan cuenta de alrededor de 1.600 casas afectadas, aunque se desconoce aún el nivel de afectación, y 997 damnificados, aunque estas cifras son preliminares, ya que habrá que esperar el balance final para conocer datos más profundos.
Preparación
Tras esta comparación de temporales en el Biobío queda la siguiente pregunta: ¿Qué hacer para evitar el impacto negativo de la lluvia en la región?
"Nuestra región está permanentemente expuesta a catástrofes, ya sea por los ríos, el mar, porque somos una región volcánica, por lo tanto, debemos tener un plan de contingencia que tiene que ver con inversiones para disuadir las afectaciones en la vida y la propiedad de las personas como eje central del desarrollo social de la región", indicó el senador Gastón Saavedra.
"Por lo tanto, en este caso específico, de lo que acaba de suceder, se tiene que continuar, por ejemplo, en Hualqui con la construcción de todo lo que es el pretil para evitar que el río se desborde permanentemente con las crecidas. La misma situación nos pasa en Santa Juana, en Tomé, Penco, el río Andalién. Se requiere de una inversión planificada por el Ministerio de Obras Públicas y el Gobierno Regional, en materia de obras hidráulicas, lo que nos lleve a dar seguridad a las personas", añadió el legislador.
El diputado Eric Aedo, en tanto, señala que "si bien hoy tenemos una mejor infraestructura para poder combatir estos temas, quedan obras pendientes, por ejemplo, la protección de toda la ribera norte, en la zona de Hualqui, donde es necesario poder construir la ruta que une esta comuna con San Rosendo, esto permitiría construir un pretil que protegerá esa ribera y las viviendas", puntualizó.
"Otro elemento importante y urgente es construir rutas alternativas, por ejemplo, hacia San Pedro y Coronel, una alternativa a la Ruta 160, y esa tiene que ser la costanera, pero igual está la ruta Pie de Monte, lo que tampoco resiste dilatación en la decisión", complementó.
"Por último, seguir canalizando y limpiando los canales, los esteros, no solamente en Hualqui o Concepción, sino también en San Pedro, Penco, Tomé, donde usualmente hay problemas, también debe existir el mejoramiento de cajas hidráulicas en estas comunas", cerró.
Rody Toro, ingeniero civil, comentó que "un tema súper importante es el nivel de crecimiento que hay en las ciudades, esto con miras a la planificación urbana, todo lo que son los planes reguladores, el uso de suelo, el que no permitan construcciones en zonas que son inundables. Por lo mismo, habría que determinar qué zonas son propensas a las inundaciones pensando en eventos como el de ahora".
"Por ejemplo, en Europa, en las ciudades desarrolladas, siempre van calculando la crecida de la ciudad versus los sistemas de drenajes que tienen para las aguas lluvia, las cuales sí o sí deben cumplir con la demanda", agregó.
"Otro aspecto importante es la educación, hoy se ven muchas rejillas sucias, contaminadas y eso hace que al momento que se necesitan, cuando hay lluvia no funcionen como corresponde, podemos tener un gran sistema, que cumpla con la demanda, pero si no lo cuidamos, no sirve", concluyó.
"Podemos tener un gran sistema, que cumpla con la demanda, pero si no lo cuidamos, no sirve".
Rody Toro,, ingeniero
Gobernador
"Pese a todas las dificultades, tenemos más de 11 mil afectados y casi mil personas damnificadas, esto no ha llegado más allá como en otras regiones, donde las afectaciones son mayores. Ahora, eso no significa que no debamos tomar decisiones sobre cómo reaccionar. Tenemos un daño fuerte a la infraestructura regional", indicó Rodrigo Díaz, gobernador regional del Biobío.
17 años atrás la región vivió uno de los temporales más fuertes y devastadores de su historia.