Matías Gatica Lindsay

Momentos de terror vivieron ayer las personas que se encontraban en la Estación de Metro Los Dominicos, en Las Condes, luego que un hombre fue baleado con un arma a balines por un adolescente que le robó su celular. El menor fue detenido y la víctima quedó con una lesión en su espalda, pero fuera de riesgo vital.

El hecho ocurrió pasadas las 17:30 horas, cuando los usuarios que ingresaban al Metro en una hora de alta afluencia de público escucharon un fuerte estruendo, por lo que se produjo una estampida de personas huyendo por uno de los ingresos hacia otro punto de la estación.

Según informó Carabineros, un adolescente chileno de 15 años y sin antecedentes policiales le sustrajo su celular a un hombre, quien al percatarse de ello lo salió persiguiendo, y en el sector del entrepiso del Metro lo alcanzó y lo increpó.

Ante ello el ladrón sacó un arma a fogueo adaptadacon la que le disparó un balín aparentemente de plomo a la víctima, quien recibió el tiro en su espalda y quedó tendido por unos momentos ante la mirada de los usuarios, para luego ser trasladado a un centro asistencial de la comuna, donde al cierre de esta edición curaban su herida y se encontraba fuera de riesgo vital.

Al ser informados de lo sucedido, inspectores municipales salieron en dos motocicletas y un vehículo en busca del sujeto, quien al verse acorralado por losguardias saltó una baranda y fue embestido y retenido por los funcionarios, que luego lo entregaron a Carabineros.

Sobre este hecho la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza (UDI), dijo que "hubo un arma de fuego, hubo un disparo y una víctima herida. Es una violencia desatada que hoy se vive con las armas de fuego en todas las calles de nuestro país. Esto tiene que parar, ya no necesitamos más casos como estos, no necesitamos más diagnósticos, necesitamos acción".

A su vez, le envió un mensaje al Gobierno. "No puede ser que sea la ciudadanía la que permanentemente es víctima de esta situación, de la inoperancia de un Gobierno que está paralizado por los propios errores, paralizados tal vez buscando cajas fuertes que aparecen, pero no se está movilizando para entregarle mayor seguridad a la ciudadanía. Los chilenos no queremos seguir viviendo así (...) Presidente Boric, despierte, deje de ser inmovilizado", dijo la jefa comunal.

En prisión preventiva quedaron los dos guardias municipales de Calera de Tango que el domingo redujeron hasta la muerte al camionero Manuel Lucero (41), a quien esposaron, apresaron por el cuello y espalda hasta que falleció de una asfixia activada por un síndrome de delirio agitado. Una tercera formalizada quedó en libertad.

Según el fiscal Sergio Soto, Lucero no estaba cometiendo ningún delito y se encontraba con las manos arriba cuando lo redujeron por cerca de cuatro minutos hasta que perdió la vida, en un operativo que se activó cuando un vecino sospechara de un vehículo estacionado largo raro en el camino a Copihue.

Soto agregó que pese a no tener el permiso para hacerlo, los guardias utilizaron unas esposas particulares para reducirlo. Además, quedó sin zapatillas y con los pantalones a la altura de los tobillo; y mientras les pedía ayuda y decía que se estaba ahogando, falleció asfixiado, de acuerdo a lo que estableció un informe preliminar del Servicio Médico Legal (SML).

El análisis toxicológico determinó que al momento de su deceso el chofer estaba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, lo que finalmente habría sido factor para que sufriera un síndrome de delirio agitado.

De acuerdo a la investigación, Lucero falleció en el lugar, donde uno de los guardias le puso las rodillas en la espalda y el otro lo apretó del cuello con el brazo. Estableció también que cuando llegó la ambulancia no pudieron reanimarlo, algo que los inspectores ya habían intentado sin éxito.

Ambos guardias fueron formalizados por el delito de apremios ilegítimos con resultado de muerte, mientras que también fue detenida una colega acusada de encubrir lo sucedido, pues según la fiscalía se habría puesto de acuerdo con los imputados para dar la misma versión de los hechos y ocultar el uso de esposas.

Las defensas de los inspectores señalaron que el factor decisivo en la muerte del conductir fue el consumo de drogas, por lo que no estaban de acuerdo con la medida cautelar solicitada.

Con estos antecedentes el Juzgado de Garantía de San Bernardo acogió la solicitud de la fiscalía y decretó la prisión preventiva de los dos hombres, sin embargo en el caso de la mujer, para quien habían pedido arresto domiciliario, resolvió dejarla sin medidas cautelares. Además se fijaron 180 días para la investigación.