Ennio Vivaldi, embajador y ex alumno: "Aprendí que uno pertenece a un país"
"En 1958, un grupo de alrededor de 30 niños configuraríamos un curso, la cuarta preparatoria A de la Escuela Anexa al Liceo N°1 de Concepción, con don Norberto Cruz como profesor. En humanidades nuestra primera profesora jefe sería Diana Ríos. En 1966 habríamos de egresar, junto a más de 200 jóvenes de esa promoción, del Liceo que en el intertanto había pasado a llamarse Enrique Molina. En este lapso etario los seres humanos aprendemos muchas cosas. Claro, lo que aprendimos nosotros aquí, lo habríamos aprendido en cualquier otro establecimiento educacional. Pero no lo habríamos aprendido del mismo modo en que lo hicimos en el Liceo a orillas del Biobío.
"Entre las cosas que se aprenden es que uno pertenece a un país, a Chile. Acá yo era chileno al igual que todos lo que allí estábamos. Proveníamos de familias de Lorenzo Arenas, La Higuera, la Diagonal, el Barrio Universitario, La Toma, Pedro de Valdivia, Costanera, Estación, Chillancito, Penco, Lirquén, San Pedro, Coronel, Lota, Los Sauces, Cañete, Lebu; familias con padres y madres de las más diversas ocupaciones. Yo pensaba que todos éramos igualmente chilenos o, más simplemente, iguales. No sé cuan fácilmente hubiera albergado ese sentimiento si hubiera estudiado en otra parte. También aprendimos a distinguir cuál conducta era decente y cuál no.
"Hoy se cumplen 200 años del Liceo. Hay quienes critican con actitud descalificatoria su historia reciente. Sin embargo, y sin riesgo de ser autocomplaciente, me parece que culpar al Liceo de su devenir en estas últimas décadas constituye una impudicia que desconoce lo que hicieron mancomunadamente la fuerza de una dictadura hostil, los intereses económicos involucrados en la educación y una manipulación ideológica sin contrapeso.
"Hoy, al celebrar los doscientos años, debemos preguntarnos qué habría sido de Concepción sin su Liceo y también cuánto podrá lograr Concepción gracias a su Liceo".
Daniela Dresdner, delegada presidencial: "El primer foco de luz en el Biobío"
La delegada presidencial de la Región del Biobío, Daniela Dresdner, no quiso estar al margen de los homenajes, saludos y palabras de reconocimiento para el emblemático Liceo Enrique Molina, con motivo de sus 200 años.
La autoridad destacó valiosos aspectos del recinto y principalmente de sus estudiantes, especialmente su contribución a la formación de identidad regional, así como el aporte al debate social con altura de miras.
"El decreto que daba origen al Instituto Literario de Concepción, cuna de lo que conocemos como Liceo Enrique Molina Garmendia lo definía como "una casa de pública de educación para toda clase de personas". Hoy, esta premisa cumple 200 años", expresó de entrada.
"Hemos visto durante generaciones una diversidad de alumnos y egresados del tercer establecimiento más antiguo del país que contribuyó al debate social, la instauración de la República y por sobre todas las cosas, a construir una identidad como ciudad y como región".
La autoridad regional valoró también el aporte de sus ex alumnos desde distintos ámbitos del quehacer regional y nacional. "La historia del Liceo de Hombres N°1 de Concepción habla por sí sola a través de dos siglos, con aportes a la literatura, las artes, el deporte, la política y la formación de ciudadanos ilustres incluyendo a un expresidente de Chile. Sin embargo, tan importante como el pasado lo es el futuro. Por ello, como Gobierno creemos firmemente en la educación como un derecho, y una de nuestras tareas es recoger el legado de establecimientos emblemáticos para reposicionarlos como lo que fueron: con una enseñanza de calidad, pluralista, accesible para todos y todas, con docentes de excelencia y por sobre todo, que resignifique a estos espacios como el faro del conocimiento y movilidad social que cimentaron sus orígenes".
Carlos Saavedra, rector UdeC: "Es un símbolo de la educación pública"
De las palabras del rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra, se desprende la valoración que le otorga al establecimiento como un bastión de la educación pública, en invitó a las nuevas generaciones a proyectar su formación en el recinto que hoy cumple 200 años.
"El Liceo Enrique Molina constituye un verdadero símbolo en la educación pública histórica en la Región del Biobío. En sus aulas, durante casi dos siglos, se han formado decenas de miles de jóvenes que, desde distintos ámbitos y trayectorias, han contribuido posteriormente con el desarrollo de la región y del país. Es un símbolo de la educación pública, que debemos ayudar a cuidar y desarrollar con el aporte de todas las personas comprometidas con esta educación".
"Invitaría a los estudiantes a utilizar todos los espacios que les ofrece esta histórica institución para su formación secundaria. Les invitaría también a trabajar por alcanzar los objetivos que se propongan en dicha etapa, aprovechando su juventud y la energía que ella implica sin dejar de soñar y avanzar en la búsqueda de ser mejores personas y de los caminos adecuados para ello en la educación que reciben. Finalmente, les invitaría a que continúen ligados a este proyecto educativo emblemático, aportando a la formación de las siguientes generaciones".
"Desde la Universidad de Concepción, enviamos un afectuoso saludo, nuestro reconocimiento al aporte a la educación pública y nuestras felicitaciones en este nuevo aniversario para toda la comunidad del Liceo Enrique Molina: sus estudiantes, sus exestudiantes, profesoras y profesores, funcionarias y funcionarios. Junto con ello, nuestro deseo de que los permanentes y complejos desafíos que enfrenta el establecimiento sean siempre un impulso en la búsqueda de la calidad en la formación secundaria que imparten y, en consecuencia, en el aporte que realizan a la región y al país. Tal como hemos convenido, seguiremos estrechando los lazos que nos unen con el Liceo, de manera que permitan crear nuevas oportunidades para su comunidad y seguir fortaleciendo el proyecto educacional".