Camila Infanta S.
La idea de que una bandera chilena aterrice en la Luna tendrá que seguir esperando. Y es que según se conoció ayer, el Gobierno declinó la invitación que le había hecho Israel para formar parte del grupo de científicos que busca explorar "el lado oscuro" del satélite natural.
La decisión de no participar del proyecto, según dio a conocer ayer el medio Ex-Ante, se habría tomado por decisiones económicas. Y es que la participación de Chile incluía el pago de US$15 millones, correspondiente al 12,5% total del proyecto. Sin embargo, entonces, la ministra de Defensa, Maya Fernández, solicitó la opción de hacerlo a través de una colaboración público-privada, por lo que la embajada buscó otras vías de apoyo como las de la Fundación Libertad Humana. Así, finalmente el monto se bajó a la mitad y quedó en US$7,5 millones.
La iniciativa incluía el envío de entre tres y cinco ingenieros a Israel para formar parte de la iniciativa y de un científico que formaría parte del comité científico por dos años. "Que la bandera de Chile esté en los módulos", había dicho durante el anuncio el embajador de Israel en Chile, Gil Arztyeli.
El rechazo a la oferta vino el 11 de julio cuando la ministra de Ciencias y presidenta de la Comisión Asesora Presidencial en materia espacial, Aisén Etcheverry, envió una carta declinando la oferta.
Sin embargo, ayer desde el ministerio de Ciencias aclararon la decisión, donde no se comentaron los montos, sino que se aludió a que "el proyecto privado israelí se encuentra en etapa de búsqueda de financiamiento y ya tiene cerrado el diseño del equipamiento, del protocolo de lanzamiento y de los experimentos científicos que irán dentro del módulo, lo que no permite a Chile mayor participación a nivel de investigación y desarrollo".
Asimismo, en voz de la ministra Etcheverry, el país ha recibido múltiples ofertas científicas y "nuestra labor es elegir aquellas que nos garanticen un rol activo (...) Algunas de esas oportunidades, además de beneficiar a una mayor proporción de nuestra comunidad científica, permiten que empresas chilenas puedan acceder a licitaciones tecnológicas de nivel internacional, y con una relación costo-beneficio que es más atractiva para el país. El proyecto Beresheet II no cumplía con estas características", explicó la ministra.
El diputado Eric Aedo, presidente de la comisión de Ciencia de la Cámara, comentó que la decisión gubernamental es "un tremendo error. Salirse de un proyecto de esta envergadura es un error increíble. Sobre todo porque aluden al costo, cuando en las regiones o por convenios se botan dineros todos los días. Esto es como cuando uno es un alumno regular y te juntas con los buenos alumnos. Ellos te empujan a avanzar y eso espero para Chile".
¿qué es beresheet ii?
La invitación a formar parte del proyecto israelí llegó a mediados de marzo cuando la ONG israelí ImageSat (ISI) visitó el país, reuniéndose con diferentes autoridades ministeriales con el objeto de presentar el proyecto espacial y satelital Beresheet II e invitar a Chile a ser parte.
Se trataría del segundo intento, ya que Beresheet I, tocó la Luna en 2019, pero fallas técnicas provocaron que se estrellara en la Luna.
El nuevo proyecto, que cuenta con acuerdos de cooperación con la NASA y Centro Aeroespacial de Alemania (DLR), busca enviar una aeronave a la deep space (espacio profundo), no tripulada, para que orbite la luna por hasta cinco años, con dos módulos independientes que alunicen el lado oscuro -algo que sólo China ha logrado- y, el otro, del lado visible de la luna. De aceptar, Chile habría sido el décimo país de mundo en llegar a esa zona y el único invitado de América Latina.