La grasa ósea ayuda a la salud de los astronautas en el espacio
El hallazgo podría ayudar también a personas que han perdido masa tras enfermedades.
EFE
Las misiones al espacio tienen un costo físico para los astronautas que abarca diferentes índoles como la pérdida de glóbulos rojos y de masa ósea. Ahora, investigadores descubrieron que la grasa que rodea la médula sale al rescate para evitar complicaciones de salud.
El estudio, publicado en la revista científica Nature Communications, viene a dar continuidad a una primera investigación llevada a cabo por uno de los autores -Guy Trudel, científico y rehabilitador en el Hospital de Otawa, Canadá- quien detectó que los astronautas perdían un 54 % más de glóbulos rojos en el espacio de lo que lo harían en tierra.
Para poder contar con más información, los investigadores monitorearon la salud de 14 astronautas antes, durante y después de pasar seis meses en la Estación Espacial Internacional, que incluyó resonancias magnéticas, entre otras pruebas.
Las conclusiones obtenidas apuntan a que los astronautas pierden un 4,2 % de grasa de la médula ósea un mes después de volver a tierra, aunque gradualmente recuperan los niveles previos a medida que se reincorporan a la Tierra.
Esta pérdida se produciría, según descubrieron los investigadores, porque el cuerpo de los astronautas recurre a esa grasa como fuente de energía cuando pierde glóbulos rojos y masa muscular en el espacio.
En definitiva, los tres elementos están muy relacionados, la médula produce los glóbulos rojos y a su vez está recubierta por esta grasa ósea, que desempeña un papel clave cuando se produce una disminución de glóbulos o masa ósea.
El resultado del estudio no solo servirá para mejorar el conocimiento sobre lo que Trudel y su investigación denominaron "la anemia del espacio", sino también para aportar información que ayude a mejorar la movilidad de pacientes que han sufrido pérdida de músculo o masa ósea tras meses enfermos e inmóviles.