Aseguran que cambio climático modificará la economía regional
Expertos y autoridades remarcaron que la región tiene oportunidad de un desarrollo inteligente en infraestructura y aumentar el valor agroalimentario.
Gremios, expertos y autoridades reflexionaron sobre el significado del cambio climático en materia del desarrollo de la región del Biobío en infraestructura, logística, agricultura y medio ambiente.
Detectar zonas con aptitud agrícola, mejorar la infraestructura a través de un desarrollo inteligente, generar un puerto especializado en frutas y utilizar tanto la inteligencia artificial (IA) como el internet de las cosas (IOT) en el uso del agua forman parte de los desafíos.
Si bien se indicó que existe un retraso en esta materia, se aseguró que esta puede ser una gran oportunidad para la región del Biobío.
Socabio
José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola del Biobío (Socabio), señaló que "este evidente cambio climático, más que enfrentarlo, debemos acompañarlo ya que efectivamente, si hacemos lo que tenemos que hacer, puede ser en algunos ámbitos productivos relacionados con la agricultura, una oportunidad".
Stegmeier reflexionó que "tenemos claro y ya lo estamos vivenciando, que el cambio en el régimen de lluvias, las isotermas más altas, las temperaturas estivales, etc., son aspectos complejos. Sin embargo, algunas obras de infraestructura claramente pueden ser mitigantes e incluso pueden aprovechar positivamente estas nuevas condiciones climáticas".
El presidente de Socabio remarcó que es necesario que los embalses se construyan pensando en el paisajismo y que los puentes y tajamares estén acordes a las nuevas condiciones climáticas.
Otro punto relevante es la investigación. "La producción de alimentos es vital sostenerla y aumentarla y desde esa perspectiva la investigación aplicada toma un papel preponderante".
En defintiva, señaló que Chile está retrasado en materia de biotecnología y transgenia, además de la no existencia de acuerdos de largo plazo en la política con el fin de dar solucones de fondo.
Gobierno regional
Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional del Biobío, indicó que "el clima de la región es mediterráneo, lo que es escaso en el hemisferio sur y eso debiéramos aprovecharlo para tener una gran actividad de tener productos de alto valor alimentario. Para ello se requiere de una eficiencia logística en términos de cadena de frío, desarrollar infraestructura de forma inteligente y trazar las rutas para tener una logística pensada en el consumidor final".
Ferrel reflexionó que "se necesita repensar las telecomunicaciones y detectar las zonas con aptitud agrícola para poder potenciarlas. La producción de fruta tiene que estar de la mano con la red ferroviaria, ya que hay una posibilidad grande de que la carga de las regiones de O'Higgins y el Maule salgan de nuestra región. Se necesita un antepuerto que consolide las cargas".
Finalmente, señaló que "hay que aprovechar el cambio climático como oportunidad y poner este tema como discusión en la agenda. Esperamos que los formuladores de proyectos se acerquen al Gobierno Regional para llevar a cabo estas transformaciones".
Campus naturaleza
Cristian Echeverría, director del proyecto Campus Naturaleza de la Universidad de Concepción, señaló que el cambio climático es una realidad innegable que tiene y tendrá un impacto sustancial en la región.
"En ese sentido, cobra relevancia el concepto de servicios ecosistémicos (SSEE), que también se conocen como contribuciones de la naturaleza al ser humano. Hay tres tipos: servicios de aprovisionamiento (como alimentos y agua para consumo humano), servicios de regulación (como la purificación del agua, la regulación de desastres naturales), y servicios culturales (como la recreación)", dijo.
El experto indicó que la región ha disminuido su capacidad de proveer los servicios ecosistémicos de regulación hídrica y climática debido a los cambios en el paisaje.
Por otra parte, señaló que "a mediano plazo, podemos anticipar un aumento en la temperatura media y la intensificación de eventos climáticos extremos. Para el periodo 2035-2065, se proyecta disminuciones de un 34% en la capacidad del paisaje de regulación de caudales, 40% en la regulación de la calidad del agua, 35% en el control de la erosión, 14% en la regulación del clima y 24% en la regulación de la temperatura superficial".
Por último, señaló que "es fundamental planificar y diseñar, a la brevedad, una infraestructura verde a escala regional que permite mitigar los impactos indeseados del cambio climático. De igual forma, es esencial definir e implementar medidas de adaptación para reducir las consecuencias, fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades y ecosistemas, y promover la investigación y la innovación en soluciones climáticas".