Nicolás Labra G.

Daniel Garnero tiene un puzle difícil de armar en Paraguay. Sin sus dos máximas figuras en ataque, Julio Enciso y Miguel Almirón, ambas figuras en la Premier League inglesa, el primero en el Brighton y el segundo en el Newcastle United, el DT argentino debe reorganizar la ofensiva para mañana, necesitada de puntos, tal como Chile, ambos con cuatro puntos.

Mientras Enciso todavía se recupera de una lesión meniscal y era muy probable su ausencia de estos duelos, dolió más lo de Almirón, por una lesión muscular en la pierna derecha producida en la última fecha de la Premier.

Es por eso que el DT busca nombres para reordenar la ofensiva, donde hay tres que pueden correr con ventaja para estar desde el inicio en Macul. Uno es el volante Matías Rojas, de notable paso por Racing Club que le permitió dar el salto al Corinthians. Aunque puede jugar de extremo como Almirón, es más armador, ubicado más en el centro, con un buen toque de balón y pegada desde la media distancia. Su inclusión obligaría a buscar un extremo.

La segunda chance es con Alejandro Romero Gamarra del Al-Ain, quien ha jugado en tres de los cuatro duelos de Clasificatorias. En el último, ante Bolivia, fue titular como mediapunta, junto a Almirón en un extremo y Ramón Sosa en el otro perfil.

La confianza que le ha dado Garnero puede inclinar la balanza a su favor, aunque Iván Leguizamón también corre con ventaja. Es joven, tiene recién 21 años, y se está moviendo tanto por el extremo derecho como izquierdo de San Lorenzo, ductibilidad que le viene bien al técnico. Además, ha jugado en las 13 fechas de la Copa de la Liga Profesional argentina.

Mientras Garnero decide, el defensa Néstor Giménez valoró su primer llamado a la adulta. "Todo me vino muy rápido, hace dos años estaba peleando por subir a Primera". Uno que vuelve, ante las bajas, es el veterano delantero Óscar Cardozo, que a sus 40 años ganó el Apertura y Clausura con Libertad. "Es un ídolo por lo que hizo en la selección, será la primera vez que comparta con él", reconoció Gabriel Ávalos.

El extremo del Liverpool, Luis Díaz, se reencontró ayer en Barranquilla con su padre, Luis Manuel Díaz, que estuvo secuestrado 12 días, al incorporarse a la convocatoria de la selección colombiana para los dueloos de clasificatorias ante Brasil este jueves y Paraguay el martes.

En imágenes publicadas por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), se ve a Díaz abrazando a su padre por primera vez tras ser liberado el jueves pasado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que lo tuvo secuestrado doce días.

"¡Bienvenido a casa Luchoooo! Así fue el emocionante encuentro de Lucho con su papá Mané Díaz y su familia ¡Te queremos y estamos más unidos que nunca!", publicó la FCF en la cuenta de X de la selección. En las fotos, el futbolista de 26 años saluda emocionado a su padre, quien no pudo contener las lágrimas al ver a su familiar.

Colombia entrenó ayer por primera vez con sus 26 seleccionados.