J. Páblo Fariña López
Complejos momentos se viven en Ecuador tras una serie de hechos de violencia y disturbios protagonizados por delincuentes armados en las calles de las principales ciudades, los que hasta ayer dejaban 10 muertos, situación que forzó al Gobierno del presidente Daniel Noboa a decretar Estado de Excepción y toque de queda. Varios compatriotas han expresado en redes sociales el duro escenario y temor en la vía pública, debido a saqueos y uso de armas de fuego por parte de antisociales, así como el secuestro de trabajadores de un canal de TV durante una transmisión en vivo.
Felipe Donoso, penquista que vive con su familia en la ciudad de Ambato, comentó que "terminamos muy asustados, trabajo en un almacén y hubo rumores de saqueos. Tuvimos que cerrar todo a la rápida y vimos a la policía siguiendo a unos supuestos delincuentes. Acá donde vivimos está todo algo más tranquilo entre comillas, pero mi esposa e hija les suspendieron sus clases virtuales en universidad y el colegio".
De la seguridad en Ecuador, apuntó que "hace rato vienen registrándose hechos violentos, como asesinatos por sicariatos e incluso asaltos a camiones en las carreteras en zonas costeras. Se veía venir algo así, pero nunca imaginamos ver esta magnitud de delincuencia. Es decir que entren personas armadas a universidades o canales de televisión".
Agregó que "los hechos más graves ocurrieron en ciudades más grandes como Guayaquil o Quito, pero también en algunas pequeñas como Esmeralda, que es fronteriza con Colombia. Otro problema grave son las fake news y la gente realmente está encerrada muy asustada".
Experto
Respecto al origen de este conflicto, Luis Marcelo Silva Burgos, sociólogo y académico de Administración Pública de la Universidad San Sebastián, indicó que "tras el endurecimiento de las normas establecidas contra las mafias y las pandillas, Ecuador se encuentra en un periodo crítico. Esto, a partir de la fuga de algunos de los principales líderes de la cárcel de Guayaquil y de otras de las cuales aún hay reserva".
Además precisó que "el problema principal radica que durante los últimos años se han fortalecido las redes entre muchos líderes de organizaciones ilícitas ecuatorianas con otros de carteles mexicanos. Ante esto, el gobierno ha sido cuestionado en su actuar contra estos grupos".
"El rol de los grupos ilícitos ha sido muy notorio en los últimos años debido a la infiltración de actores de estas redes en organismos públicos y privados, bajo estrategias como extorsiones y mecanismos de coerción de distinto tipo", añadió Silva.
El sociólogo agregó que "la toma de la televisión de Guayaquil y la proliferación de amenazas, por parte de diversas pandillas, han transformado a Ecuador en el epicentro de la violencia social, dando pie a estados de excepción y toques de queda".
Chile en alerta
Un día después que Ecuador se declarara en "conflicto armado interno" contra las organizaciones criminales que planificaron desde centros de reclusión la toma de un canal de televisión y la matanza de policías y guardias penitenciarios, Gendarmería de Chile llevó ayer a cabo allanamientos simultáneos en 25 cárceles para garantizar que algo similar no suceda en territorio nacional.
"Chile tiene el control de sus cárceles", dijo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, tras presidir una reunión con Gendarmería, la PDI, Carabineros y Justicia justamente por la inquietud que desató en Sudamérica la situación ecuatoriana.
"Tenemos que tomar todas las medidas para que lo que ocurre en Ecuador nunca ocurra en nuestro país", agregó.
Además, se ordenó que la PDI recabe toda la información disponible sobre los involucrados en la asonada criminal en Ecuador, a fin de compartir dichos antecedentes con Carabineros y prevenir que alguno de los fugados pretenda ingresar a Chile.
"Terminamos muy asustados, trabajo en un almacén y hubo rumores de saqueos. Tuvimos que cerrar todo".
Felipe Donoso, trabajador penquista en Ecuador