Cristian Aguayo Venegas
Ayer se conmemoró el Día Mundial sobre la Concienciación del Autismo. Una condición que cada vez se evidencia más en nuestra sociedad en todas las edades. A nivel nacional, solo en el sistema educativo 2023 se registraron más de 55 mil estudiantes con TEA (Trastorno del Espectro Autista), según EducarChile.
Bajo esta línea, Francisca Sanchez (36), escritora penquista con TEA de alto funcionamiento, decidió contribuir a la visibilización de esta condición a nivel local y nacional con su libro titulado "Autastika: Memorias de una autista neurovariante", en el cual decidió traspasar sus memorias buscando continuar con la labor de evidenciar a este grupo de personas.
"Lo que me inspiró a escribir mi historia fue el hecho de darme cuenta de que existen muchos textos que hablan sobre el autismo, pero de una manera más técnica y más científica, con un enfoque más médico. Mientras que, hay pocas historias vivenciales sobre la condición, libros o cuentos chicos y que en la mayoría de los casos no son reales", dijo.
"Para mi, escribir el libro fue emocionante, porque cada vez que iba escribiendo recordaba más y más etapas de mi vida, especialmente de mi infancia, que creí olvidadas. En las páginas hay un reflejo claro de resiliencia y perseverancia para enfrentar todo tipo de cosas y situaciones", agregó.
"Pero lo más importante que busco con esto es visualizar, visibilizar y humanizar el autismo y la neurodivergencia en sí, a la vez que sea una luz de esperanza para los que padecemos esta condición y sus familias. Además, de ser una guía esencial para los profesionales, en especial, de salud mental. Todo con el objetivo de salir todos adelante", aseguró.
Por otro lado, Francisca detalló los primeros años, tras ser diagnosticada. "Fue alrededor de los tres años y medio, según informes que tengo en mi poder. Para mi familia fue difícil abordarlo, especialmente para mi padres, porque tuvieron que trabajar mucho en costear tratamientos, porque antes no era como ahora, donde sí hay una gran red de apoyo, pero que de igual forma era poco accesible", comentó.
"Asimismo, tuve que lidiar con el bullying, la discriminación, entre otras cosas durante mi etapa escolar. Pero aún así logré poco a poco aceptar que soy autista. Recién el año pasado pude aceptarlo totalmente y agradezco a mi familia y amigos en el proceso", afirmó.
"Ha sido un camino de vida complicado. Pasé por un sinfín de desafíos, pero hoy, tengo la convicción de que las cosas van a resultar bien", finalizó.
Tea en la actualidad
Respecto del alza de diagnósticos TEA en personas adultas, Gisela Carrasco, académica de Terapia Ocupacional de la USS, sostuvo que "tiene varias explicaciones, entre ellas, la relación con que existe un concepto llamado camuflaje en el autismo y que tiene relación con que personas con la condición llegan a edades adultas generando estrategias para sobrellevar exigencias sociales".
"También, se entiende que hay un sobrediagnóstico, se conoce poco en Chile la forma adecuada de evaluar el autismo y sus baterías diagnósticos son con un costo elevado", dijo.
Por otro lado, sobre el mes del autismo, Camila Bustos, docente de Terapia Ocupacional de la USS, explicó que "es para sensibilizar a la comunidad que este diagnóstico existe, que es más común de lo que creen y por sobre todo educar a las distintas comunidades en cuanto a lo que significa que una persona tenga esta condición y así no estigmatizar a quienes lo padecen".