Agencia EFE
Un equipo de investigadores del Trinity College de Dublín, en Irlanda, ha descubierto una sustancia en un aditivo de las vacunas que promueven una potente inmunidad frente al cáncer, y que ha sido probado con éxito en experimentos con algunos animales.
Se trata de una sustancia denominada C100 y derivada de la quitina, un carbohidrato presente en la pared celular de hongos o en el esqueleto de cangrejos e insectos, que puede usarse como aditivo de las vacunas. Estos aditivos (o adyuvantes) se agregan habitualmente a las vacunas para mejorar la respuesta inmunitaria de quien las recibe.
En el hallazgo, publicado la jornada de ayer en la revista Cell Reports Medicine, los investigadores explican cómo el C100, derivado de la quitina, es altamente eficaz para estimular una molécula clave para señalizar a las células inmunitarias dónde está el tumor para que puedan actuar frente a él.
"Las vacunas son una forma de inmunoterapia contra el cáncer cuyo objetivo es convertir el propio tumor en una vacuna", señala uno de los autores, Ed Lavelle, docente e investigador del Trinity College de Dublín en un comunicado difundido ayer por la citada casa de estudios.
"Para que la vacuna funcione bien, es necesario utilizar un adyuvante o refuerzo que ayude a poner en marcha la inmunidad antitumoral y hemos visto que el C100 es muy potente en ese sentido", agrega.
El estudio detalla cómo actúa el C100 activando una rama de señalización del tumor específica sin provocar respuestas inflamatorias nocivas que podrían interferir con la terapia de inmunidad, impidiendo su éxito.
Además, el equipo de expertos ha descubierto que la inyección de C100 produce efectos positivos adicionales, ya que han visto que acelera la respuesta inmunitaria del organismo.
"Creemos que, combinado con otras inmunoterapias contra el cáncer, el C100 mejoraría las tasas de respuesta a las terapias inmunológicas contra el cáncer", afirma otra de las autoras, Joanna Turley.
"La inmunoterapia por vacunación tiene grandes ventajas frente al cáncer, pero requiere adyuvantes potentes y específicos que puedan inducir una inmunidad antitumoral protectora. Nuestra investigación indica que el C100 tiene un potencial enorme en este tipo de escenarios médicos", concluye Lavelle.