Agencia EFE
El actor británico Tom Hardy ya es un héroe para muchos niños aficionados del personaje de Marvel Venom, uno de los más reconocidos del universo de Spiderman, y que vuelve a la pantalla en su tercera y última entrega para ser un modelo "con el que los niños puedan conocerse así mismos".
Y es que el icónico enemigo de Spiderman regresa de la mano de "Venom: The Last Dance", cinta que ya está disponible en cines nacionales. El rol de la viscosa criatura es interpretada una vez más por Hardy, quien en una entrevista con EFE defendió la importancia de los referentes heroicos para que los jóvenes puedan desarrollar su "imaginación y creatividad".
"Creo que la naturaleza simbólica de los superhéroes para los niños (…) nos permite que estos se puedan identificar con la superación de dificultades o sentimientos como la esperanza y cumplir sus sueños. No de la manera que se hace el defender, por ejemplo, un equipo de fútbol, sino como alguien a quien al apoyarlo se sientan empoderados o les aliente", explicó.
Al igual que los jóvenes aprenden a conocerse y convivir consigo mismos, el simbionte Venom es un ser alienígena que necesita ser huésped en el cuerpo de un ser vivo, que trata de entender y conocer a Eddie Brock, el personaje encarnado por Hardy con el que se fusiona.
Tras haberse enfrentado a numerosos villanos en las cintas anteriores, la dupla huye a México, lugar donde inesperadamente les aguardan nuevas amenazas.
Como el blanco y negro del traje de Venom, para Hardy los humanos tienen "un lado bueno y uno malo", así que en este filme se podrá ver cómo el personaje tiene que decidir una vez más entre su versión más "animal", una en la que siempre se quiere satisfacer los deseos, aunque esté ese componente racional legítimo que dice "no puedes comportarte así, debe haber algún tipo de orden en el caos".