Ambientalistas plantean críticas al plan industrial
Grupos se reunirán este semana, y afirman que no han sido considerados en la elaboración de medidas. Temen por eventuales efectos adversos medioambientales de algunos proyectos.
Anunciado por el Gobierno y dando sus primeros pasos en la búsqueda de una reactivación económica y productiva de la Región del Biobío se encuentra el llamado "Plan de Fortalecimiento Industrial", instancia anunciada en septiembre por parte del ministro de Economía, Nicolás Grau, luego del "terremoto" que significó el cierre de la siderúrgica Huachipato.
El nombramiento de su secretaria ejecutiva, Carolina Parada, y puesta en marcha de subsidios y ferias de empleo, son algunas de las acciones que se han ido concretando hasta ahora.
Y es aquí precisamente donde surgen algunas aprehensiones de parte de un sector, en específico, de grupos ambientalistas, quienes apuntan a la eventual realización de algunos proyectos que podrían generar eventuales consecuencias en términos ambientales.
Entre ellos mencionan, por ejemplo, proyectos del sector minero a desarrollarse en Penco, y la explotación de terrenos para aumentar la reforestación en la zona de Arauco.
"Vemos con preocupación este plan, creemos que es una estrategia cortoplacista, que promete entregar pan para hoy, ni siquiera eso, y hambre para mañana. Sentimos que se está ocupando como excusa para, con recursos del Estado, incentivar proyectos privados, proyectos altamente contaminantes, que incluso tienen un alto rechazo ciudadano, por ejemplo, el plebiscito ciudadano en Penco donde se rechazó esta idea de desarrollar un proyecto minero, con empresas extranjeras que incluso harán que las ganancias se vayan al exterior, y los efectos negativos queden acá; o la idea de apoyar la industria forestal, que genera un gran rechazo en las zonas donde las forestales están instaladas, en las zonas más pobres del país, y que trae aparejado algo que sufre cada año la región como son los incendios forestales, pues la sobrepoblación de monocultivos genera las condiciones para ello", dijo Francisco Astorga, de ONG Defensa Ambiental.
"A lo que apuntamos es a cómo mejorar la situación en que estamos. Creemos que más allá ese tipo de proyectos, este plan debiese apuntar al desarrollo de innovación y tecnología, que nos permita generar industria nacional, que cumpla con los estándares ambientales, laborales y que traiga beneficio a la región y al país en general, de manera de reinvertir lo que se genera en el país", añade Astorga.
Seminario
Y para analizar estas y otras inquietudes, diversas entidades ambientalistas se reunirán este 18 de diciembre en un seminario en el Sindicato Petrox de Concepción, con el foco en poner sobre la mesa los alcances del plan industrial y aportar propuestas.
"Es una articulación de varias organizaciones, nos hemos juntado varias veces, analizando el plan, sus potenciales impactos, y decidimos debatir y darle discusión, así como proponer posibles alternativas. Reconocemos que hay una crisis económica en la región, que golpea las familias, al empleo, con incertidumbre, lo que tiene que ver con un proceso de desindustrializacón, en que el Estado abandonó a la industria regional, que el propio Estado había creado", expresó por su parte Martín Sanzana Calvet, integrante de la comisión organizadora del seminario socioambiental, enfatizando en que "la crisis no es solo económica, sino también en la región tenemos una crisis ambiental, y resolver el tema del empleo, con nuevos megaproyectos que nos van a volver a contaminar, que nos van a generar más riesgos, no nos parecen inteligentes",
sostenibilidad
Carolina Parada, secretaria ejecutiva del Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío, se refirió a dichas inquietudes, apuntando que la sostenibilidad es un principio fundamental en el desarrollo regional, y bajo ningún punto de vista los proyectos contemplados en el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío pueden dejar de cumplir con los requisitos y procedimientos de la institucionalidad.
"Lo que se busca es acelerar inversiones públicas y privadas sin disminuir los estándares ambientales, garantizando que estas se traduzcan prontamente en empleo, que es lo que la región necesita con urgencia. El plan fue diseñado en un proceso participativo que incluyó múltiples actores: sindicatos, gremios productivos, academia, gobiernos central y regional, y refuerza la vocación industrial del Biobío como una prioridad nacional, reconocida incluso en el último mensaje del Presidente de la República en el último Erede, quien se comprometió a recuperar la industria nacional desde Biobío. Y cuando vamos al fondo del Plan vemos que la sostenibilidad es un eje transversal, porque apunta a diversificar la industria, impulsar la innovación, promover la transición energética y fortalecer la inversión en infraestructura sostenible, lo que permitirá enfrentar los desafíos ambientales y económicos de manera equilibrada y responsable. El Foro Estratégico es amplio y diverso y es importante mantener abierto el diálogo, donde ojalá esas críticas constructivas vengan acompañadas de propuestas concretas que permitan resolver los problemas", expresó.
18 de diciembre se realizará el seminario entre grupos ambientalistas de la región.