Mitos, dudas y fortalezas de la lectura del tarot
Personas que se dedican a leer las cartas cuentan en qué consiste y qué se persigue con esta antigua disciplina.
Germán Palma Pérez
¿Costumbre pagana que se aleja de la fe y de los valores cristianos o disciplina que ayuda al autoconocimiento y a entender de mejor manera los sucesos vividos? El tarot y sus múltiples lecturas, es un mundo que engloba misterios y suspicacias en sus predicciones.
Se sabe que nació en Europa en el siglo XIV, como un juego de barajas que, con el paso del tiempo, se fue convirtiendo en un método de adivinanza que por años ha regido las decisiones de miles de personas en búsqueda de respuestas para clarificar dudas en torno a su presente y futuro, reflexionar sobre la vida emocional, recibir consejos, descubrir bloqueos o debilidades y elevar las fortalezas y energías vibracionales.
La "tirada" se compone de 78 cartas, divididas en 22 arcanos mayores y 56 menores, cada una con un mensaje simbólico que se interpreta de acuerdo al orden en que se reparten. Un punto que mencionan los expertos en la materia es que, al momento de una sesión o lectura de cartas, tanto la tarotista, las cartas y quien va a consultar forman un vínculo especial para que los símbolos y la lectura tengan más claridad y precisión.
Con 14 años de experiencia en Chile y el extranjero, la coach en desarrollo personal y entrenadora de yoga, Magdalena Seguel (36), es una profesional penquista que utiliza el tarot como una herramienta de exploración psicoespiritual.
Ingeniera en turismo y seguidora de la técnica que practica el reconocido novelista, dramaturgo y director chileno Alejandro Jodorowsky, asegura que en sus sesiones se efectúan preguntas concretas que ayudan a encontrar alternativas para mejorar y superar obstáculos. "Aprendí el tarot restaurado de Marsella, disciplina que tiene un enfoque evolutivo y no adivinatorio. En general, la gente no está bien educada acerca de esta herramienta, ya que, si bien se liga a una actividad esotérica, bien utilizada no interfiere con la creencia o respeto a Dios. Pueden encontrarme en @magdalenaseguel.holistic_coach", puntualizó.
Lo cierto es que las cartas del tarot son un enigma que apunta a descifrar una de las mayores preguntas del ser humano: ¿qué nos depara el futuro?, ¿hacia dónde vamos?
"Hay muchas opiniones", dice Paola Lo Presti (46), reconocida tarotista de San Pedro de La Paz, "pero si estamos aquí es porque creemos, aunque sea ligeramente, que no todo siempre está bajo nuestro control, que hay elementos que influyen en la vida y en el destino cuando todo se vuelve incierto, cuando nuestra mente está nublada por los miedos, por el pasado, por la ansiedad y los males que nos pueden acosar y nos impiden continuar".
"Esa es otra de las cosas que el tarot nos ayuda a revelar, no descubrir, porque en realidad, lo que hace es presentarnos una serie de símbolos para interpretar y guiarnos a través de los caminos que, muy dentro, sabemos que debemos tomar. No siempre tenemos la claridad correcta ni conocemos bien nuestro interior, pero para eso están las cartas del tarot", añade la tarotista con más de 20 años de experiencia.
Preguntas relacionadas al trabajo, salud y amor, son las más recurrentes que recibe. "Si me preguntas para qué sirve, creo que para orientar a una persona o ayudarla en algún problema que tenga y darle un camino o alguna solución", agrega, afirmando que "me encomiendo a Dios antes de leer las cartas. Mi estilo es adivinatorio y también terapéutico. Atiendo online y cada sesión puede ser solicitada a través del instagram @pao_tarot".
Visiones divididas
"Llevo años viéndome el tarot, para mí es muy importante ya que, a través de ese proceso, puedo al menos inducir qué es lo que me pasará en un futuro próximo. Siempre me veo las cartas con la misma persona, ya que es muy asertiva y me acomoda la manera como visualiza los temas", comentó Camila Rojas (32), enfermera de Concepción.
Opinión que contrasta con la de Carlos Norambuena (40), vecino de Hualpén. "Considero que consultar las cartas puede predisponer a las personas y crear una realidad que fue determinada por un hombre, el futuro es algo que nadie puede predecir, si fuese así todos tendríamos una vida perfecta, sin errores y sin problemas. No estoy en contra de esta práctica, pero es algo a lo que yo no acudiría. Cuando estaba en la universidad alguna vez lo hice y la verdad, lo tomé como un juego y hasta ahora nada de lo que me dijeron ha sido así", sentenció.
Ninette Pérez (46), educadora de párvulos penquista, si bien dice no sentirse cercana a la lectura de las cartas por ser algo que se opone a sus creencias, recordó una particular experiencia en la que fue protagonista. "Hace muchos años me leyeron el tarot de Marsella y lo encontré entretenido, no fue una lectura de adivinación del futuro o de situaciones que estaba pasando, fue más enfocado en guiarme cómo yo estaba enfrentando ciertos temas y mostrar más que nada los temores y obstáculos que yo misma tenía arraigados. Esa experiencia me hizo cambiar un poco la visión del tarot y conocer que existen diferentes tipos de lectura, por lo que cada persona puede buscar lo que mejor se adapte a sus creencias y necesidades", indicó.
Bueno o malo, truco o realidad, pagano o cercano a Dios; lo cierto es que la ansiedad del ser humano por controlar su entorno y disminuir las variables propias del destino, parecieran ser los principales sustentos de esta antigua disciplina.