La guerra comercial le provocaría a Chile inflación y menor crecimiento
Economistas analizan el impacto de las alzas arancelarias desatadas por la administración de Donald Trump. Coinciden en el peligro de una recesión global y desaconsejan responder con medidas proteccionistas a nivel local.
Matías Gatica Lindsay
Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha anunciado en los últimos meses una serie de alza de aranceles a las importaciones de países vecinos y competidores. Las amenazas han pasado a acciones en los últimos días y han tenido respuesta por parte de algunas potencias que se han convertido en objetivos de la guerra comercial activada por Washington.
En cuanto a la implicancia que esto podría tener para Chile, el investigador del Instituto en Políticas Económicas de la Facultad de Economía y Negocios de la UNAB, Jorge Rojas, dijo a este medio que "sin duda que podría afectar a Chile en múltiples dimensiones. Chile es una economía muy abierta y altamente dependiente del comercio exterior, cualquier alteración en el flujo global de bienes y capitales impactará tanto nuestras exportaciones como las inversiones extranjeras".
En ese sentido, el director académico del diplomado en finanzas de la facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, Jorge Berríos, concuerda. "A Chile le va a pegar ya sea directa o indirectamente. Actualmente hay una alta volatilidad en los mercados debido a los riesgos que está insertando esta pseudo guerra comercial. Nos estamos enfrentando a un escenario de volatilidad y sobre todo aumento de precios", plantea.
Berríos estima que de confirmarse el alza de aranceles a México, Canadá y otros países, "el impacto vamos a tenerlo por el aumento de precios de los productos, transportes y tasas largas".
Jorge Rojas complementa con que la guerra comercial "podría reactivar procesos inflacionarios" en diferentes países, lo que le afectaría a Chile debido a que "alrededor de un 30% de la canasta de consumo es importada".
"En el largo plazo el comercio internacional se va a desalentar de manera significativa y eso va a afectar no solamente a los países a los cuales se le impusieron los aranceles más altos, sino que también incluso a aquellos países que comenzaron esta escalada de aranceles. Por eso se trata de una tan mala idea desde el punto de vista económico", añade el decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, Rodrigo Montero.
En ese sentido, Jorge Berríos advierte que si bien aún no hay inflación, "hay volatilidad o hay incertidumbre", lo que produce que "los mercados se contraigan". Es más, el economista recuerda que "el mismo Donald Trump dijo que podía haber una recesión" con las medidas, lo que impactaría aún más a la economía global, "no sólo a la de los países a los que se les impongan los aranceles".
El investigador de CLAPES UC Ignacio Muñoz profundiza al respecto que ya "hay algunos países, incluso como Alemania en Europa, que han afirmado que podrían entrar en recesión (...) Si el Presidente de Estados Unidos continúa con su agresiva estrategia arancelaria, esto disminuiría la actividad económica mundial, especialmente la de algunos socios comerciales importantes para Chile, y con ello, disminuirá el crecimiento económico de nuestro país impulsado por el sector externo".
Aranceles a chile
Sobre posibles aranceles adicionales a productos chilenos, en las últimas semanas se ha abordado lo que provocarían tasas mayores a la importación del cobre. Berríos acota que para esto ya se dio 270 días a un comité para analizarlo, pues "EE.UU. está viendo cuales son los intercambios comerciales y en base a ello empezará a aplicar aranceles diferenciados".
"Hay que esperar qué es lo que va a pasar y considerar que el 11% de nuestras exportaciones de cobre van a EE.UU", agrega. Berríos dice que en caso de imponerse estos aranceles, "hay que conversar con los importadores estadounidenses para ver si sube un arancel y ver si con los aumentos de precio están dispuestos a seguir comprando los productos chilenos".
"Si EE.UU. impone aranceles al cobre y otros productos chilenos, el impacto sería significativo, ya que EE.UU. es nuestro segundo socio comercial más importante. Esto podría reducir el volumen de exportaciones, afectar el empleo en el sector minero y otros sectores, y también debilitar las finanzas fiscales del país", plantea Jorge Rojas.
Para sortear la vicisitud, Ignacio Muñoz urge como punto de acción a "concretar acuerdos comerciales con otros países, como Indonesia o India". En ello coincidió Jorge Berríos, quien señala que "ya se debería estar tomando contacto con otros países como del sudeste asiático, la India o los países árabes. Eso hay que irlo monitoreando porque esto sigue siendo una política agresiva que no se sabe si se va aplicar".
"La única opción viable es que Chile se convierta en un promotor del comercio internacional diversificando los mercados de llegada de nuestros bienes y servicios, así como promover conglomerados de países pequeños para profundizar el comercio y adquirir mayor peso en la comunidad internacional", aconseja Jorge Rojas.
Sobre la opción de volver a impulsar con mayor fuerza la industria local, Rodrigo Montero plantea que "no es una opción para Chile responder con proteccionismo, pues sería aumentar el precio de bienes claves para nuestra economía, además de arriesgar aranceles incluso más altos por parte de Estados Unidos como represalia ante un alza arancelaria a sus bienes".
"Es difícil volver a impulsar la industria local por los precios de China. Los costos de traer productos de China son a precio ridículo. Posiblemente si instalara una empresa productora en Chile los precios serían 10 veces más de lo que me cuesta traer los productos de China (...) Chile seguirá siendo una economía abierta", afirma Berríos.
En cuanto a una afectación en cifras para Chile, Jorge Rojas recuerda que "el Banco Central estimó que una guerra comercial prolongada podría reducir el crecimiento del PIB chileno entre 0.5 y 1 punto".