@Senapred

Como en años anteriores, los días 25 y 26 el Arco UdeC fue iluminado de color púrpura en apoyo a la campaña Día Púrpura por la #Epilepsia, promovida por la Liga Chilena contra la Epilepsia.

@CarabBioBio

#Penco: Gracias a constantes patrullajes preventivos, Carabineros de la Tenencia Lirquén detuvieron a un individuo por mantener 2 órdenes de detención vigentes por el delito de amenazas y lesiones en agresión.

@MDSBioBio

Participamos en el Conversatorio Ciudadano en #concepción sobre la ley de Reforma de Pensiones en donde la Ministra

@mintrabchile Jeannette Jara entregó todos los alcances de esta reforma que permitirá aumentar las pensiones de las y los jubilados.

@TTIBiobio

Accidente de tránsito en Av. Pedro Aguirre Cerda de #SanPedrodelaPaz.

La irrupción masiva de la IA en distintos ámbitos de nuestra vida despertó en las personas sentimientos como el asombro, la incertidumbre y también la preocupación. Herramientas como Chat GPT, DeepSeek o Gemini nos facilitan las tareas diarias y existen muchos usuarios que las utilizan para decisiones estratégicas y funciones más complejas. Con el paso del tiempo, todas estas acciones aumentan la dependencia, lo que nos obliga a hacer una pausa y reflexionar profundamente sobre la seguridad de la información.

Los actuales sistemas de IA son alimentados por una enorme cantidad de datos entregados por los mismos usuarios. Mucha de esta información es personal, y en el caso de las empresas, sensible y crítica. Existen muchas compañías que ya son conscientes de esto y han invertido en la protección y confidencialidad de los datos mediante la aplicación de motores locales, servidores propios, entornos protegidos, etc. Pero como ya se sabe, ningún sistema es infalible.

Es lógico que surjan cada vez más preguntas del tipo ¿Podemos confiar en estos sistemas y en sus custodios? ¿Podemos estar seguros de que el sistema está protegiendo nuestra data? Y si es así, ¿Hasta qué punto contamos con la certeza de que nuestra información personal o empresarial no va a caer en las manos equivocadas?

Casos recientes de filtraciones accidentales o ataques específicamente dirigidos han demostrado que este aspecto sigue siendo un desafío.

Es un hecho que la IA, al manejar datos sensibles, se convierte en un objetivo atractivo para personas maliciosas que van a querer explotar las vulnerabilidades y sortear las brechas de seguridad. Por eso es imprescindible que, junto a toda la innovación tecnológica, se trabaje en marcos regulatorios robustos que puedan ser aplicados mediante protocolos de auditoría.

Esta normativa debe ir alineada con estándares internacionales y ojalá se homologue a la mayor cantidad posible de países. También las empresas que desarrollan y operan estas tecnologías deben cumplir con las reglas y ser transparentes, para garantizar que la protección de los datos sea factible.

La innovación de las nuevas tecnologías debe notarse en sus capacidades operativas, pero también en su solidez en términos de seguridad ética. Otro factor importante es fomentar entre las personas la educación y la conciencia de la seguridad digital, entendiendo que esto no depende solamente de los motores de IA, sino que es también un tema de conocimiento colectivo.

Los usuarios finales, las empresas y organizaciones tenemos que entender cómo funciona esta herramienta y cuáles son sus implicancias en el uso diario.

Concepción

Talcahuano

Tomé

Cañete

Arauco

Curanilahue

Lebu