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El delito de robo de cables sigue siendo uno de los principales problemas que afectan a las instalaciones y clientes de CGE. En el caso de la Región del Biobío, en los últimos meses se ha visto un incremento en los episodios, registran desde diciembre de 2024 a la fecha 150 episodios, concentrados principalmente en la comuna de Talcahuano. Estos casos más que han duplicado los episodios del año pasado.
En 2024, la Región del Biobío registró 68 eventos de robo de cables en redes de distribución y transmisión, con un total de 14 mil 400 metros de cable robado.
"El robo de cables eléctricos ha tenido un aumento exponencial en los últimos años y es necesario que las autoridades refuercen medidas ante un delito que ha cambiado su comportamiento y se ha hecho más violento. Nosotros como compañía realizamos las denuncias respectivas, pero es necesario perseguir y desarticular a estas bandas, ya que su accionar afecta directamente a miles de familias a lo largo del país. Los delitos se han vuelto más violentos y recurrentes, con bandas organizadas que usan equipamiento como camiones, camionetas y otros vehículos, y también están armados en algunos casos, atacando puntos de manera recurrente, lo que hace imposible que podamos hacerles frente", señaló Fernando Montoya, gerente zonal Biobío-Ñuble.
Estos robos tienen como consecuencia que clientes de la compañía vieran afectada la calidad y continuidad de su suministro eléctrico durante largas horas, producto de los extensos trabajos que deben realizar las brigadas de la compañía para reponer la infraestructura dañada o destruida por delincuentes.
"Cada vez que se interrumpe el suministro eléctrico, las empresas grandes y pequeñas de la zona no pueden trabajar normalmente, los servicios públicos presentan problemas en el suministro, los colegios o la red de salud se ven obligados a suspender sus actividades y las personas pueden enfrentar problemas de seguridad pública. Por otra parte, este tipo de actos ha provocado no tan solo la pérdida de suministro, sino también la quema de artefactos en casos particulares, debido al modus operandi que utilizan, poniendo en riesgo sus vidas e incluso los de la ciudadanía. En suma, el delito afecta la calidad de vida de las personas", señaló el ejecutivo.
Montoya hizo un llamado a las autoridades a combatir este delito con mayor fuerza, dado el impacto que este tiene para las comunidades. "Como CGE, participamos activamente en las mesas de trabajo que las autoridades, de distintas regiones, han impulsado para combatir este delito. A su vez, en los casos en que detectamos afectación a las redes de CGE, realizamos la denuncia ante Carabineros y el Ministerio Público, para luego interponer acciones legales que permitan perseguir a los autores de estos delitos", concluyó.